EL CHICO DE BUSAN

CAPITULO 10

✿FINAL DE LA PRIMERA TEMPORADA✿

Un beso perpetraron los labios de Jay, todo el mundo a su al rededor quedó inmóvil y en silencio, cuando los labios se separaron Jay no pudo hacer nada, no quería manchar la imagen de Natalie frente a todos en la empresa así que siguió lo planeado, Natalie no se despegaba del brazo de Jay era como una sanguijuela, el evento estaba apunto de comenzar, una señorita anunciaba por el micrófono - Por favor todos los finalistas vengan al estrado para su prueba final- empezaron a subir al escenario los chicos y chicas, cuando en eso Jay recordó a Ssam, voltio a todos lados y no lo vio, espero a que subirán todos al escenario pero Ssam tampoco estaba ahí, Una enorme necesidad de salir corriendo para encontrarlo se apoderaba de el pero sabía que no podía hacerlo, tenía que ser profesional y como dueño de una empresa tenia que dejar a un lado sus vida sentimental.  Tal vez ese iba ser su más grande error.

En un callejón a tres cuadras de la empresa estaba Ssam, sentado en cuclillas, tapándose con sus brazos la cara, y lo único que se podía ver era las gotas de agua que caían al suelo, y si te acercabas un poco más podías escuchar cómo poco a poco su corazón dejaba de latir por el inmenso dolor que sintió al ver que el amor de su vida era besado por alguien más!!

En su cabeza mil pensamientos tenía, no sabía que hacer se sentía perdido, el estómago lo sentía revuelto, dolía y dolía mucho, las piernas empezaron a perder su fuerza, así que intento pararse pero no puedo, un fuerte sonido se escuchó y no, no era el de su corazón rompiéndose, si no el de sus rodillas que cayeron así sin más, se quedó ahí un largo tiempo llorando y llorando sus ojos ya estaban hinchados y muy rojos cuando de pronto, miro unos zapatos color café, alzo la mirada, pero no pudo distinguir el rostro de la persona que estaba frente a él, se puso de pie como pudo, para poder ver bien quién era la persona, y antes que pudiera pronunciar una sola sílaba callo desmayo en los brazos de Gray.

Esta era la oportunidad de oro que Gray necesitaba así que no dudo más y la aprovecho, tomo a Ssam y lo llevo de vuelta a la empresa lo metió por la parte trasera y lo subió a su oficina, lo recostó en el sofá café de piel, Ssam seguía inconsciente así que Gray se dirigió a su escritorio, abrió el último cajón y saco un pequeño botiquín de auxilios, tomo un poco de algodón y lo empapó de alcohol, lo paso por su nariz y al cabo de unos segundos Ssam reacciono, poco a poco alzo la mirada, se sentía desorientado y con un dolor de cabeza, miro a su alrededor para así saber dónde se encontraba, y sus ojos se encontraron con los de Gray.  -¿Donde estoy?, ¿Y por qué estás aquí?, lo último que recuerdo era que estaba en un callejón- decía Ssam con un tono de confusión. -Ey tranquilo, estás en mi oficina, te vi en el callejón y cuando me acerque, justo cuando llegue a ti, te desmayaste- decía Gray.

Ssam se sentó y le agradeció a Gray por ayudarlo, pero no quería permanecer ni un minuto más ahí a si que se levantó tan rápido como pudo y se derigio a la puerta, tomo la perrilla, la giro y cuando abrió la puerta se encontró cara a cara con Natalie, -oh lo siento no pensé que alguien cursaría la puerta-
Ssam no supo que decir estaba sin habla ya que recordó el beso aquel, Gray noto la incomodidad de Ssam así que hablo -Natalie pasa, que te trae a Seoul- decía entusiasmado. Ssam espero a que entera para así poder cerrar la puerta, mientras Natalie entraba unas cuantas sílabas salieron de su boca Vine a terminar los preparativos de mi compromiso con Jay!!, Ssam escucho aquellas palabras, no podría creerlo, un sin fin de preguntas se posaron en su mente, se sentía morir, solo quería desaparecer y no volver a ver a Jay nunca más, sus lágrimas estaban apunto desbordarse pero aguanto hasta estar fuera de la empresa, tomo la salida de emergencia para así evitar a Jay y a su prometida. Las escaleras se le hicieron realmente largas, parecía que nunca saldría de ahí, cuando por fin llegó a la salida un brisa fría toco sus mejillas, se sentía aliviado de estar afuera y sentir el aire y ver las estrellas. Respiro profundamente se seco las pocas lágrimas, tomo un taxi y se dirigió al hotel.