Inicio de una historia de amor

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Por lo normal, soy una persona bastante ordenada, atenta y puntual. Aunque, me parece que hoy no lo he sido mucho. Ayer mis amigas me convencieron de salir a beber un martes. Un jodido martes, ¡cuando al día siguiente tengo que asistir a clases! . Aunque tengo que admitir que tengo una parte de culpa, ya que me dejé convencer. Pero dejémoslo como antes.

Siempre voy en el autobús de las 6:30, para llegar a la universidad una hora antes. Pero para mi mala suerte, me he quedado dormida, me he levantado con resaca y lo peor de todo ¡son las 7: 20!

Ahora mismo me encuentro sentada en la parada, esperando al autobús de las 7:30, llegaré 15 minutos antes de que empiecen las clases. Aunque no me gusta nada lo que me ha pasado, voy a ir a clase con una resaca que me está matando, con sueño, no voy a llegar a la hora que me gusta llegar, estamos en invierno, hay nieve, hace frío, mucho frío, y aún me quedan 10 minutos aquí afuera esperando el bus. 

Seguro que ir pensáis que soy una quejica, pero es verdad. Si tuvieseis mi resaca, estaríais igual, o peor que yo.

Quedan 5 minutos para que llegue el autobús, al igual que yo hay una señora mayor y una chica, más o menos de mi edad, tiene los auriculares puestos, lleva un gorro negro, que por cierto le queda genial, tiene la nariz un poco enrojecida por el frío, al igual que los mofletes, aunque si os digo la verdad, le da un toque muy tierno. Pantalones negro, camisa negra y una sobre camisa marrón. Mira su móvil, supongo que está escuchando música

Ahora mismo, tengo que parecer una acosadora, pero realmente me había llamado la atención. Me ha mirado, seguro que se ha dado cuenta como la miraba. Ninguna aparta la mirada de la otra, yo tengo que admitir que no lo hago por dos razones, la primera porque me da vergüenza, y la segunda, porque estoy embobada que con esos ojazos color esmeralda que tiene esa chica. Admito que es más por la segunda, pero dejémoslo en intermedio.

Para mi suerte el autobús acaba de llegar, ella ha apartado la mirada y yo he aprovechado para adentrarme en el bus y buscar un asiento libre. Que son muchos por cierto.

Ahora mismo estoy sentada, con la cabeza gacha y sumergida en mis pensamientos.

Alguien está sentado enfrente mía, no voy a mirar, ya que estoy bastante a gusto pensando en esa  hermosa ojiverde.

Yo se que me gustan las chicas, ya lo tengo bastante asumido, al igual que mis padres, a los cuales no le importa. Pero lo que no entiendo es cómo alguien me puede llamar la atención tan rápido. Puede que sea amor a primera vista, como ocurrió con mi padres. ¿Amor? Dios Camila, estás paranoica. Creo que necesito quitarme ya la virginidad de encima.

—Hola

Miro hacia la voz y me doy cuenta de que es ella, la chica de ojos verdes.

—Hola —saludo

—¿Cómo te llamas? —pregunta la hermosa chica.

—Camila

—Encantada Camila, yo soy Lauren

Lauren. Joder, es que hasta su nombre es sexy.

—Encantada Lauren.

—¿Por qué me mirabas? —me pregunta Lauren.

Tengo que admitir, que ahora mismo, tengo que estar más roja que un tomate.

—¿Yo? P-por nada

One-Shots (Camren)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora