Miraba por la ventana de mi coche sintiéndome como si estuviese en un videoclip triste. Encima el paisaje nublado y lluvioso no ayudaba para nada. No podía parar de pensar en lo mucho que me dolía el hecho de que Mike me hubiese dejado. Me sentía engañada, como si la imagen que me había dado de él mismo no fuese la realidad. Pero no me dolía el hecho de que no me quisiera, me dolía que hubiese perdido el tiempo con él y sus estúpidos caprichos, y que hubiese aguantado todo lo que me había hecho para que luego me dejase él a mí, todo eso sin quererlo siquiera. Y lo peor es que no podía parar de pensar en ello, aunque fuese el primer día en mi nueva universidad y residencia, donde compartía piso con una chica que por cierto, no conocía de nada y que mismamente podía ser una asesina en serie.
Mi madre estaba concentrada, con los ojos en la carretera, no es muy fan de los viajes en coches, pero me había hecho el favor de conducir cinco horas simplemente para venir a acompañarme
-: Sara, ¿crees que te has traído suficiente ropa de abrigo? Es que he oído que en Dust Hill hace bastante frío en invierno y no quiero que te pongas mala-: Yo me giré y la miré molesta-: Mamá, te he repetido mil veces que tengo suficientes chaquetas, bueno. demasiadas, la verdad-: -: Oh lo sé, lo sé, pero no vas a poder viajar muchas veces a casa a coger nada porque como estás tan lejos, ¿sabes?. Es solo para que tengas lo que necesites ahora y...-: -: Sé perfectamente que ese no es el problema. Ya sé que no voy a poder volver todas las semanas, que no tenemos suficiente dinero y que vivo muy lejos. Pero te he dicho mil veces que voy a trabajar.-: La interrumpí con un tono poco amigable. Sí lo sé, soy una imbécil, en mi defensa, no estaba teniendo un buen día. Mi madre me miró un poco dolida y dijo-: Lo siento, sé que soy muy pesada, pero no me entusiasma esta idea de que te vayas a vivir sola y tan lejos. Es que...voy a echarte de menos cariño-:
Vi como bajaba la mirada y yo me sentí realmente mal-: Perdón, soy una idiota y estoy pagando mis problemas contigo. Yo también te voy a echar de menos, pero te prometo que voy a venir a verte siempre que pueda.-: Me quedé en silencio para luego añadir-: Además no voy a tener a nadie que me haga tus albóndigas, tendré que trabajar mucho para poder volver a casa y comerlas-:
Mi madre esbozó una sonrisa y yo se la devolví. Era lo mínimo que podía hacer por ella, había estado siempre ayudándome y no me había echado en cara que quisiese huir del pueblo tan pronto.
Me volví a quedar absorta mirando el paisaje y divagando un poco. Solo veía árboles y árboles, que era normal en la zona, ya que estaba yendo a la ciudad donde más llovía siempre, y bueno, aún no sabía si eso me gustaba o no. Y seguí así durante un buen rato, seguramente me hubiese quedado así durante toda la vida, pero mi madre me sacó de mi ensueño diciendo: ¡Mira!. Ya hemos llegado-:
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Stupid Love
Romance¿Qué se siente al ser una persona que nunca se ha enamorado, aunque lo haya intentado con todas sus fuerzas, una y otra vez? ¿Qué pasará si te marchas de tu casa a los 18 años, a unas cinco horas de tu ciudad natal, con un par de maletas y una vida...