20

1.4K 86 6
                                    

Mila:

llevamos casi veinte minutos de camino por un cerro, hemos hablado en todo momento, la verdad este chileno en colombia me agrada caleta, pasamos por en medio del pueblo, casi todas las personas que nos encontramos en el camino saludaron al Jario "chileno" como le dicen aquí.

Sonrío ante las anécdotas que me cuenta, miro a mi al rededor y solo se ve naturaleza.

—llegamos.

miro a mi acompañante que me sonríe ampliamente extendiéndome su mano, la tomo y el me cubre los ojos, me guía unos pasos más adelante, quita sus manos de mis ojos y susurra un ábrelos, frente a mi aparece la infinidad del mar junto con el naranjo del atardecer, mi boca se abre ligeramente y lo miro sonriendo, vuelvo la vista al mar y no puedo dejar de admirar este paisaje maravilloso. A un costado se ven las luces del pueblo, el hotel a su lado.

Jairo se sienta en el suelo dejando a un lado su mochila.

—vengo aquí desde que llegué a la isla.

me siento a su lado.— es mágico.

el me sonríe y busca algo en su bolsillo, saca un pito y un encendedor, siento como mi mirada se ilumina.— me acompaña a fumar princesita?

siento ganas de vomitar.

—princesita?.— me tiembla la voz un poco y el levanta las cejas.

—mmmh tu papá es tratado como el rey del hotel, tú serías la princesa aquí, te molesta que te diga así?

yo hago una mueca y él enciende el pito, se lo arrebato entera angustiada.— queri que te cuente?

el asiente y fuma mientras m mira atentamente, comienzo a relatarle la historia desde el comienzo mientras momentáneamente le doy caladas al pito, la historia se siente menos trágica a medida que el pito se va acabando.

—y yo llegué aquí intentando entender mis sentimientos, que deci de mi historia chilenito?

jairo me mira y vuelve su vista al cielo ya estrellado.— soy harto aweona vo mila.

me río y me acuesto a su lado mirando el cielo.— mucha confianza jairo.

el sonríe y suspira.— ese chiquillo te quiere caleta por lo que me contai, pero si no te sientes segura de sentir lo mismo date el tiempo de conocer tus sentimientos, tienes mucho tiempo pero piensa que él no te va a estar esperando siempre.

yo asiento y comienzo a psicosearme caleta mirando las estrellas, cierro los ojos mejor.— cuéntame tu historia chileno, que haces en esta isla.

—no es muy interesante, mi mamá se enamoró, me arrastró para acá cuándo yo tenía 13, murió hace un par de años y yo me quedé con el que era su pareja, no tenía a nadie más, total él en estos años ha sido mi papá.

—no has pensado en volver a chile?

—nop, siempre fuimos yo y mi mamá, no tengo a nadie allá.

yo asiento sabiendo que él me está mirando, siento como los minutos pasan y disfruto el viento suave con el sonido del mar.

—vamos?.— jairo me extiende una mano la cual acepto, me arreglo un poco el pelo y comenzamos a caminar, se hizo de noche.— cuántos años teni mila?

—soy chiquita para ti jairo.

el muchacho a mis espaldas se ríe al igual que yo.

—no te voy a mentir que eri una belleza y sin pensarlo me comía contigo ahora mismo pero tengo a una mina que me vuelve loquito.

sonrío ante ese cumplido a medias.

—como se llama?

—Laura.

—es de aquí?

—nacida y crecida en esta isla.

—cuéntame más! yo te conté hasta cuánto le mide al pipe.

—no te pedí ese dato la verdad.— me giro para mirarlo feo.— yaaa oh, la conozco desde que llegué a la isla, es mi vecina y hemos sido amigos desde siempre, soy su mejor amigo como dice ella, me tiene entero friendzoneado mila y me da cualquier rabia esa wea por qué cada vez que trato de confesarle que le quiero comer la boca la amistad me frena y el sentimiento de que arruinaré lo construido por años.

termina con un suspiro y yo lo miro con una mueca.— creo que ya sé cuál será mi misión este verano.— jairo me mira confundido.— soy una buena cupido jairo.

—ni cagando mila.

hago un puchero.— déjame intentarlo una vez.

el suspira y asiente derrotado, yo brinco aplaudiendo y lo abrazo por impulso, lo suelo rápido, él me sujeta de las caderas pegándome a él.— toda tú eres tentación mila.

yo me muerdo el labio y le sonrío con suficiencia, me encanta ser halagada.

—soy papa casada jairo y tu también.

me suelta y comienza a caminar rápido haciéndome casi trotar a sus espaldas.

parece que mi verano no será tan aburrido.

//

volví con dos capítulos, disfrútenlos🤍

Pipe para usted princesaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora