Friendzone

922 128 11
                                    

Historia Original jeonhard












WAR WANARAT

Hoy iba a hacer el gran día en el que me le declarare a Fiat, llevo varios meses enamorado de él, de su forma de ser, se ha convertido en alguien muy importante para mí.

Es mi mejor amigo y, de verdad me gusta mucho. Ajusté mi camisa y caminé hacia él, un chico alto estaba a su lado, podía decirse que parecía del tamaño de una casa, pero no me importa.

Fiat... Necesito hablar contigo –dije acercándome a Fiat, con una sonrisa y mis sentimientos a flote.

—¡Waaar! También necesito decirte algo... –Fiat me abrazó —tengo novio.

Mi felicidad se fue al carajo, una sonrisa falsa salió de mis labios, al igual que un gran suspiro.

—Yo... Estoy feliz por ti.. –di palmaditas en su espalda —¿quien es el afortunado? –pregunté aún con una sonrisa falsa.

Fiat sonrió aun más y note un brillo en sus ojos.

Tan hermoso.

—Tee, cariño, acércate. –dijo el pelirrosa de mi mejor amigo, llamando al poste de luz, Tee.

—Dime amor. –dijo el chico, con una sonrisa y con el mismo brillo que los ojos de Fiat.

Están enamorados, los dos se aman, y jamás podré llamar a Fiat así.

Pero soy feliz si el lo está.

—Tee, el es mi mejor amigo, War, War, el es Tee, mi novio –dijo Fiat, los dos nos tomamos las manos en forma de saludo. —¿que me ibas a decir, War?

Un chico pelinegro y blanquito chocó conmigo, haciendo que cayeramos al piso a la vez.

—¡Oh, lo siento muchísimo! Ven, te compro un chocolate como disculpas. –dijo el chico y me dió la mano, la cual!tomé y me ayudó a levantar.

El pelinegro me empujó sacándome de ese embarazoso momento.

En la máquina me compró el chocolate y yo solo dije un gracias, para que luego mis lágrimas comenzarán a caer..

Fiat tiene novio.

El chico con sonrisa preciosa puso su mano en mi hombro, con una sonrisa sincera.

—No llores Wawa... A veces no todo es como queremos.. –Susurró y luego sus mejillas se tornaron rojas. —¿p-puedo abrazarle? –preguntó.

Yo asentí y rodeé mis brazos por su cintura, y él sus brazos por mi cuello, dando un abrazo reconfortante.

Sentía sus latidos contra mi pecho y el mío comenzó a latir.

—Yin, m-me llamó Yin... Hago química contigo, pero nunca me has notado. –dijo con una risita nerviosa —lo de la caída fue a propósito, te vi apurado y decidí sacarte de ahí.

Ámame Adaptacion FinalizadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora