Capitulo 3

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Meses despues y el azabache ni siquiera se habia dado cuenta que el niño castaño estaba trabajando.

Ese lugar ya no se le podia llamar hogar, ese lugar parecia mas un apartamento compartido de jovenes unversitarios.

De esos que ni siquiera saben quienes son sus compañeros por su agetreada agenda estudiantil.

Nadie lo preparo para lo que le esperaba en un futuro, creyo que todo hiba seguir igual solo porque su esposo no le decia nada y ni le habia pedido el divorcio.

En una mañana algo calurosa en la academia Yunmeng llegaba un lindo ramo de peonias para el maestro mas sexy y sensual que daba sus clases.

Sus mejillas se sonrojaron cuando lulu le indico que habia un presente para el.

Leer la notita que traia el ramo lo hizo sentirse bien y a la vez nervioso, porque su esposo se habia encargado de matar su autoestima y ahora no sabia si en verdad se lo merecia.

Sigue sonriendo, que haces que mi dia se ilumine y piense en ti todo el tiempo.

Att. LHK.

El chico era algo despistado y no podia captar de quien eran esas iniciales.

Se habia echo muy amigo de Lulu, a tal confianza que se contaban todo, ella era soltera tambien.

Ella abrio sus ojitos en sorpresa, esa si que no se la esperaba, pero sonrio al ver ese sutil sonrojo carmin en las blanquecinas mejillas del castaño.

Ella sabia de su historia y se molestaba, quisiera conocer a ese hombre que lastima mucho a su hermanito como solia tratarlo.

El castaño era huerfano, sus padres murieron cuando el aun era muy joven 15 años de edad y a el le toco salir adelante solo, trabajo y saco sus estudios para ser alguien reconocido en el baile.

Todos los dias habia un presente para el, si era alguno postre oh bebida siempre hiba acompañado de diferentes rosa oh flor, asi como tambien una girasol.

Las notitas no se hacian esperar, palabras que empezaban a despertar en el castaño una nueva ilusion.

Con la ayuda de lulu, el empezaba a recobrar su autoesrima y asi tambien con cada detalle que le daba su admirador, el cual el aun no habia conocido ni decifrado las iniciales.

Grande fue su sorpresa cuando en una ocasión sin querer vio a alguien conocido para el comprando un ramo de girasoles.

Por curiosidad lo siguio y vio cuando compraba cada detalle y como se sento en un parque a escribir en un post de color rosa.

Vio al hombre con una hermosa sonrisa en sus labios y sus mejillas sonrojadas con cada palabra que escribia.

Quedo pensativo, seria esa la persona que le enviaba a el cada detalle, camino hacia su trabajo con eso en mente.

Seria eso posible, que el se estuviera enamorando de alguien mas, al ver a esa persona sintio en su vientre una sensacion unica.

Tenia miedo, miedo de poder fallarle a su esposo, el no queria serle infiel.

No lo habia pensado bien, ahora se sentia culpable por recibir cada detalle y emocionarse como un chiquillo enamorado.

Cuando llego a su trabajo fue directo abrazar a lulu, con sus ojitos acuosos, le comento a esta lo que tenia en mente.

Ella fruncio su ceño preocupada, le explico que el no habia fallado, que el era una persona junta y leal a su matrimonio.

Esa noche Yibo llego cansado de su trabajo, cuando entro al apartamento, fruncio su ceño confundido.

El habia dejado el apartamento bien limpio y todo arreglado, que habria pasado y porque habia ropa tirada de un lado a otro.

Empezo a recogerla, pensado que su esposo habia llegado preciso y se la habia hido quitando y dejandola esparcida.

Pero sintio una punzada en su pecho, cuando en medio de la sala estaba tirada la ropa intima de una mujer.

Los altos sonidos que llegaban a sus oidos, lo hicieron derramar las pocas lagrimas que le quedaban del dolor que le desgarraba.

Como en modo automatico el camino hacia la habitacion que tenia ya cinco años que ya no compartia con su esposo.

La puerta estaba entreabierta y sintio como su respiracion se entrecorto y una punzada en su pecho del dolor que causo la imagen que estaba viendo.

Su esposo estaba haciendo el amor con su secretaria, en su casa, en su habitacion, en su cama, donde muchas ocasiones años atrás ellos habian compartido y disfrutado de sus cuerpos intimamente.

No soporto mas y solo logro tomar su bolsa donde se encontraban sus documentos importantes.

Esa noche camino como un zombie y el cielo a su favor porque empezo una fuerte lluvia que disimulo su rostro lleno de lagrimas.

No supo cuanto tiempo camino y todo se puso oscuro y perdio el conocimiento.

Al siguiente dia desperto en la camilla de un hospital con un hombre alto guapo que dormia en una silla con su rostro en sus brazos a la orilla de la camilla y con su mano libre tenia agarrada la del castaño.

Este sintio su corazon latir rapidamente al ver ese pequeño detalle, quien pudo haberlo llamado, ni siquiera el recuerda que paso y porque esta aquí.

Observo detalladamente su rostro, con su dedo indice empezo a remarcar sus cejas y pomulos, se perdio en su rostro.

Hasta tal punto que no se percato que este hermoso hombre tenia un brillo especial en su mirada y le sonreia.

Esas sutiles y tiernas caricias en su rostro lo alertaron que ya habia despertado al que el tenia por el amor de su vida, pero era un amor prohibido.

Desde que conocio al castaño de 15 años el quedo prendado por su belleza, pero no quizo confesarse ya que el pudo notar las miradas de amor que el y su amigo se daban.

No dijo nada, estuvo siempre ahí para apoyarlo sin que el otro supiera de sus sentimientos.

El castaño perdido en el rostro de este empezo a dibujar sobre sus labios, salio de su trance al sentir como su dedito indice tenia una suave mordidita.

Se sonrojo como un tomate, queria llorar de la vergüenza, como haria hoy para verlo a los ojos y no sonrojarse.

El hombre guapo solo sonrio al verlo y le dio una suave caricia en el dorso de su mano.

No tienes porque avergonzarte pequeño Yi – susurro suavemente.

Al castaño le temblaban los labios de los nervios y la vergüenza que tenia ya que con solo esa suave caricia y la forma tan dulce que le hablo su corazon dio un vuelco haciendo piruetas en el aire.

Al igual que las mariposas de su vientre, pero el no entendia que era lo que le pasaba, si el se sentia dolido por lo que su esposo le hizo en la noche anterior.

Por ese HombreDonde viven las historias. Descúbrelo ahora