Capítulo 5

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"Son susurros"

Las palabras de Nexa para Nash no tuvieron sentido, pero no alcanzó a preguntar, no alcanzó a reaccionar siquiera, porque entonces el caos estalló.

Fuera de la habitación comenzaron los gritos, Nash se puso alerta, y ordenó a Nexa quedarse en la habitación antes de salir, extrañamente, Nexa lo hizo, se sentó en la cama y miró la pared, inexpresiva.

Lo primero que miró Nash al salir de la habitación y de cerrar a sus espaldas, fue a uno de los sirvientes mortales de Aracnes, de los que se alimentaba, había deducido, tratando de sostener sus propias vísceras entre sus manos, luego la cabeza de ese mismo sirviente salió volando, y el culpable de aquel suceso estaba ahí, sosteniendo una espada entre sus manos, no, no cualquier espada, la muerte, la espada que los seguidores del Wraak le habían dado a Nexa y le habían dicho que le pertenecía.

Nash se tensó, aquella espada no era una buena señal, y las palabras de Nexa lo tenían tan confundido...

-¿Dónde está ella? -preguntó el portador de la espada.

En respuesta, Nash envío su magia hacia él, pero su oscuridad fue absorbida por... alguien más, alguien más estaba ahí y estaba robándole su oscuridad, su poder.

El portador de la espada sonrió, una sonrisa de depredador, sus dientes manchados de sangre, al igual que el resto de su cuerpo.

Alto, de cabello rojizo, ojos dorados, el portador de la espada le recordaba a un zorro.

Nash intentó golpear con su poder de nuevo, pero una vez más, su oscuridad fue robada, solo que esa vez sí prestó atención, fue así como supo dónde estaba la otra persona, se giró a la izquierda, ojos rojos y una oscuridad sonriente fue lo único que alcanzó a visualizar antes de ser consumido por la oscuridad, por su propio poder, no, no su poder, comprendió entonces, el poder de alguien más, el poder del de ojos rojos, intentó resistirse, necesitaba proteger a Nexa, pero la oscuridad terminó por consumirlo.

*****

En alguna otra parte del castillo de Aracnes, Jordan cortaba gargantas con sus colmillos, Scott separaba cabezas de sus cuerpos con nada más que sus manos, y Lía gritaba y hacia explotar a cada criatura que se le pusiera enfrente.

Aracnes era la que más muertos llevaba hasta ese momento, era una danza de muerte y destrucción.

Kyler luchaba también, arrojaba cuchillos a las criaturas, y cuando sus cuchillos no daban en el blanco, usaba sus poderes y les destruía la mente, Mike estaba detrás de el, y Kyler no iba a dejar que ninguna de esas criaturas se le acercara.

Yaris peleaba con cuchillos también, ya que nadie había tenido la consideración de darle un arco, pero el dolor y el coraje por la muerte de su hermano hicieron que sus golpes fueran mortales.

-¡¿Qué son estás cosas?! -preguntó Lía en algún punto de la pelea.

Porque las criaturas, aunque con forma de cuerpo humano, no tenían cara, ni ojos, solo unas cuencas vacias, y dónde debía haber una nariz, solo había dos pequeños orificios, su piel era gris, y tenían muchos colmillos pequeños como dientes. Lía nunca había visto algo así.

-Son susurros -fue todo lo que dijo Kyler.

Aracnes fue más comunicativa:

-Se llaman así porque se supone que son silenciosos a la hora de atacar, muy silenciosos, pero algo está mal, estos no tuvieron cuidado alguno -su explicación fue acompañada del golpe de dos cabezas al tocar el suelo, como dije, Aracnes era una danza de muerte y destrucción.

La pelea duró un poco más, cuando terminó, la respiración de Lía era un desastre y tenía sangre hasta en su cabello, pero estaba bien, todos estaban bien, los susurros habían caído y nadie estaba herido.

Lía suspiró, aliviada.

Yaris se dejó caer dramáticamente al piso, y Mike no tardó en hacerle compañía.

-Que noche -soltó Kyler, y sonaba... ¿Divertido? Lía quiso golpearlo por eso.

-Y que me lo digas -respondió Mike.

Lía se soltó a reír, no sabía porqué, quizás era que tenía mucho tiempo sin matar a alguien, o algo. Yaris se unió a su risa, pero rápidamente su risa se convirtió en llanto. Había perdido a su hermano, y todos comprendían lo que estaba sintiendo.

Lía se acercó a ella para consolarla, se sentó a su lado, y la pegó a su pecho, Mike le puso una mano en el hombro, en muestra de apoyo.

Lo bueno era que Alex y la pequeña Lana estaban a salvó, lejos de ahí.

-Sé que no debería, pero iré a ver cómo está Nexa -ese, claramente fue Scott.

-Debe de estar bien, los susurros no alcanzaron a cruzar siquiera las puertas que conducen a las habitaciones -le hizo saber Aracnes, para tranquilizarlo, Scott parecía muy ansioso.

De igual forma, Scott se dirigió a la habitación donde se encontraba Nexa, o donde debía encontrarse, al menos, porque Nexa no estaba ahí.

Cuando Scott abrió las puertas que lo llevaban directo al pasillo donde la habitación de Nexa se encontraba, lo olió, sangre, sangre mortal, no como la sangre de los susurros, que olía ácida y a putrefacción. Se apresuró a llegar hasta los cuerpos de los sirvientes de Aracnes, y entre ellos, vió un cuerpo largo y pálido, cabello negro, labios rellenos y del color de cerezas maduras, pestañas espesas. Seguía respirando, y su corazón seguía latiendo, así que Scott no se detuvo, se dirigió a la habitación de Nexa y abrió la puerta...

Nexa no estaba ahí.

Scott se horrorizó y por un instante miró rojo, la habitación era un desastre, casi todo estaba roto, Nexa se había defendido, se había defendido y aún así se la habían llevado.

-¿Ella está bien? -escuchó la voz de Kyler en su cabeza.

-Ella no está -fue todo lo que respondió, por medio de sus pensamientos.

El grito de furia de Lía segundos después le hizo saber que Kyler ya se lo había comunicado a los demás.

Fue un caos de nuevo, Nash seguía inconsciente, no sabían que le había pasado a Nexa, ¿quién se la había llevado? Tenía que ser Herless, solo Herless podría vencer a Nash.

Todos hablaban a la vez, discutían que hacer, pero Scott no los escuchaba, Scott estaba desconectado, ni siquiera supo en qué momento se sentaron todos en una de las pequeñas salas más cercanas a las puertas de entrada del castillo, Scott era consiente de que los sirvientes de Aracnes estaban recogiendo los cadáveres de los susurros, también sabía que Kyler y Aracnes estaban tratando de hacer un plan para localizar a Herless, alcanzó a escuchar algunas palabras, Hechizo, rendición, los demás escuchaban y también aportaban sus ideas, y el haría lo mismo si tan solo pudiera obligarse a reaccionar, si pudiera...

Las puertas de entrada se abrieron, todos se pusieron de pie, y Scott por fin, por fin reaccionó.

Nexa.

Su aspecto era terrible, su cuerpo estaba lleno de sangre, su cabello estaba alborotado, cojeaba un poco con su pierna izquierda y su espada colgaba de su mano, la había recuperado.

Scott fue el primero en acercarse a ella, diciendo:

-Estas cubierta de sangre -como si todos no lo supieran ya.

Pero Nexa le pasó por un lado, su semblante vacío, su mirada perdida.

-No es mía -fue todo lo que dijo.




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