Me miro en el espejo una vez más antes de salir de mi casa, verificando que estuviera todo en perfecto orden con mi aspecto. Tengo el cabello suelto, pues siempre he pensado que de esa forma me veo más atractiva, no llevo maquillaje más que en las cejas y bálsamo labial de un tono melocotón. Un simple vestido de color rosa pálido y unas sandalias, pues hace algo de calor y las calles deben estar abarrotadas de personas para salir en zapatos altos sin que sea necesario o para ir a trabajar, además, no quiero tropezar y hacer el ridículo
Estaba nerviosa y ansiosa, hoy, por fin luego de haber estado ocho años en completa soledad más que por mi mascota y mi madre, he decidido tener una cita
Fue toda una odisea decidirlo, tuve que tener una extensa charla con mi madre donde le decía mis planes. Ella, como la madre amorosa que es y siempre ha sido, me felicitó por tomar la decisión de salir adelante de una vez, que ya era tiempo de dejar el pasado atrás y seguir adelante. No fue fácil, pero lo conseguí
Tinder fue la aplicación que utilicé para comenzar una conversación con un chico de una ciudad algo lejana a la mía, la ciudad en la que nací, para ser más específica. La verdad es que, de alguna forma, me pareció más seguro comenzar a hablar con alguien desconocido por internet que conocerlo en algún bar o por la calle misma. Suena ridículo, pero así fue
Al principio solo eran conversaciones simples donde nos decíamos buenos días, como estábamos y luego pasábamos semanas sin hablar, así un año completo. Hasta que comenzó la pandemia y me encerré en mi casa durante mucho tiempo, donde el internet y chatear se hicieron imprescindibles en mi día a día. Luego de hacer los deberes de la casa y llenar todas las fichas que mi jefa me dejaba e ir al restaurante unas pocas veces, sentarme frente a mi ordenador o mi celular se volvieron una terrible rutina
Poco a poco, esas pequeñas conversaciones esporádicas se volvieron a hablar algunos minutos por día, luego por horas hasta que al final hablábamos todos los días a toda hora. Lo más extraño e inusual del caso es que jamás nos habíamos visto, enviaba fotos de mi casa y de mi perro, pero nunca una foto mía, y para seguir con la extrañeza, él era igual, solo me enviaba fotos de su gato y su pez
Hablábamos por horas, incluso cuando cocinaba estaba hablando por teléfono con él, aunque las llamadas nos salían un poco caras al pasar demasiado tiempo en ellas no nos costó absolutamente nada gastar un dinero de más, valía la pena gastar nuestro tiempo en el otro
Poco a poco, ese sentimiento se fue incrementando hasta que hace una semana me contó que por motivos de trabajo vendría a mí ciudad, y que deseaba conocerme
Me puse extremadamente nerviosa y ansiosa, fue ahí cuando mi mamá interfirió y me preguntó directamente que me sucedía, pues ella no estaba enterada de la situación, aún no estaba preparada para decirle luego de todas las cosas que tuvimos que pasar con mi última relación. Le tuve que decir, y lo único que hizo fue sonreírme y decir que era normal que me pusiera nerviosa, pero que era normal y que estuviera tranquila, que no todos los hombres eran Jungkook
Pero por fin, luego de varios días, le respondí que si quería conocerlo y le pedí disculpas por mi tardanza, y que entendía si no me quería ver ahora. Su reacción me sorprendió, pues me esperaba una ofensa o algo malo de su parte, pero solo me llamó
Fue tan dulce. Me dijo lo mucho que me había extrañado esos días que estuvimos sin hablar, y que quién se sentía mal por lo sucedido era el, pues no llevábamos ni seis meses hablando cuando me propuso conocernos, y qué tal vez me había asustado con su propuesta. Nuevamente, me sentí feliz
Por eso ahora estaba tan nerviosa, pues hoy era el día en que lo conocería por fin. Lo único que tenía para reconocerlo era la foto que me había enviado de la ropa que iba a usar, un hermoso traje de color marrón, aunque dijo que tal vez se quitaría la parte de arriba pues por las noticias supo que mi ciudad estaba siendo atacada por una ola de calor
—¡Mamá!— alzo la voz para llamarla
No vivimos juntas, pero si en el mismo edificio, me quería independizar pero no tanto, así que pasa mucho tiempo en mi departamento o yo en el de ella
—¿Ya te vas?— aparece en la entrada de la cocina mientras seca sus manos con el delantal
—Si, me queda una hora para llegar al centro— contesto mirando mi reloj —deseame suerte— cruzo mis dedos y ella hace lo mismo
—Recuerda que también quiero conocer a ese tal Park Jimin— se acerca a mí para abrazarme
—Ya veremos mami, ya veremos— beso su mejilla
Salgo de la casa mirando la hora en mi reloj una vez más, me quedan 50 minutos para llegar al centro de la ciudad, en la cafetería que acordamos
Para vernos ambos llegamos al acuerdo de ir a un lugar concurrido, y para eso escogimos una cafetería que abrió hace poco en el centro de la ciudad, y justo porque es nueva hay mucha clientela, y no puedo quejarme pues la comida ahí es buena, no lo suficiente para engancharme pero si para que vaya a pasar un buen rato
Es gracioso como en un momento, y sin pensarlo mucho, le dije que a lo mejor y yo no soy más que una psicópata que adora enganchar a los hombres de Tinder para luego torturarlos en mi sótano personal. Jimin lejos de asustarse solo me respondió que a lo mejor y él era un traficante de órganos y que vendería mis órganos en el mercado negro pero que se quedaría con mi corazón
Esa es la desventaja de conocer a alguien por internet, y es que puedes llevarte un montón de sorpresas
Si, sorpresas
Me llevé la sorpresa de que el muchacho loco que conocí por WhatsApp ahora es mi novio jaja 😐. NiceBueno ¿Que les pareció?
Si, es la segunda temporada de
Jealous, aquí vamos a ver
cómo continúa la vida de Heajung
¿Alguien sabe quién es el hombre a quien conocerá 🤭?Nos leemos pronto
Besos en las nachas 😚🍑
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Not So Jealous |P.JM|
FanfictionLa vida por fin había decidido sonreírme, pues luego de tantas tragedias por fin pude ver la luz de la esperanza alumbrar directo a mi rostro y darme un nuevo amanecer Estaba feliz, luego de que pudiera dejar de ver la vida y las cosas en una escal...