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Younghoon ~

Estábamos nosotros dos acostados en el pasto, la radio prendida sonando una melódica canción, tu con la mirada perdida en algún punto del oscuro cielo, y yo evitando que mis lagrimas salieran de su escondite.

éramos dos almas con el corazón roto, dos almas en busca de una cura para lo que sentíamos.

mire sus cansados ojos, llenos de melancolía, parecía estar aguantando las ganas de llorar.

y eso fue exactamente, asta que ya no aguanto mas y se derrumbó en mis brazos.

ahora, el lloraba, yo lloraba, los dos llorabamos, desgarrandonos, sin ocultar lo que sentíamos.

¿en qué momento habíamos llegado a tanto? no lo recuerdo.

en que momento habíamos llegado a buscar nuestra felicidad donde no habia, en donde solo había miedo y inseguridad.

deje que mi llanto parada, me levanté de mi lugar, y me paré frente a el, le extendí una mano, no paso menos de un minutos asta que el la tomo y se levantó.

limpio sus lagrimas que aun adoraban su bonito rostro.

nuestros cuerpos cerca, nuestras manos entrelazadas, los dos listos para bailar la canción de fondo.

la canción que solíamos escuchar antes, cuando éramos unos tontos enamorados, nuestra canción...

bailabamos a paso lento, nuestras respiraciones se juntaban y vi que por primera vez en mucho tiempo, ambos sonreiamos, estábamos felices juntos.

escuche una risa de su parte y no pude evitar hacerlo también.

pero todo pronto tenia que acabar como siempre.

y porque así talvez... solo talvez, las ganas de doler se irían, si la sonrisa viene desde muy adentro de tu corazón, y llorar sin consuelo, solo llorar, bajo el manto de la luz de la luna, y sin perder el brillo que poco a poco se iba extinguiendo, solo así quizá podríamos ser felices los dos juntos.

sin preocupaciones, sin la tristeza o dolor que sentíamos, solo éramos nosotros dos.

dos chicos con el corazón dolido, con tantas eridas, incapaces de sanar.

dos chicos que lloraban, que le contaban sus mas grandes anhelos y secretos a la luna.

donde solo podían ser felices, bailando con una tranquilizadora canción, que los llenaba de paz.

donde solo así talvez... podríamos ser capaces de sanar juntos.

nosotros éramos nuestra propia cura, pero también nuestro propio dolor.

terminamos nuestro baile que sería el último, me acerqué a el y le di un gran abrazó, tan pronto nos separamos le dije "adiós" y escuche unos sollozos de su parte, pero aun así me fui, seguí mi camino.

teniamos que dejar todo atras y dejarnos ir.

último baileDonde viven las historias. Descúbrelo ahora