Winter

Chapter 1

Primer día de clase pero solo para ella.

Jung Airam, una chica de 19 años que hacía su debut público desde el segundo cuatrimestre debido al trabajo de su padre y su situación familiar. Todo este tiempo ha estado viviendo en Alemania, y aunque parezca que puede ser complicado llevar los estudios universitarios al día, los lleva perfectamente a pesar de su apretada agenda.

Todo lo que sabe que no sean negocios es gracias a su mejor amiga, Kim Jungmin, una chica muy risueña y de pelo muy oscuro que ha estado pasándole apuntes y libros que le mandaban en el colegio y posteriormente en el instituto a escondidas a través de los mayordomos de ambas casas.

Sin embargo, lo que a ella le preocupaba no eran los estudios, pues siempre había sido buena estudiante según los informes de sus profesores. Lo que la mantenía en alerta era el plano social, pues nunca había ido a una escuela o a un centro educativo como el resto de niños. Es por ello que públicamente nunca habían visto el rostro de la famosa hija y heredera del Grupo Kwan, bautizado por la gente corriente como "la fuerza personificada".

Así que sí, técnicamente es como su debut.

Los estudiantes tuvieron todo el primer cuatrimestre para socializar y tener esas sensaciones aparentemente maravillosas que Airam solo pudo experimentar a través de las novelas que le daba a escondidas su mayordomo. Jungmin no paraba de repetirle que la vida real distaba mucho de esas novelas de amor juvenil, pero Airam no se creería esas palabras hasta vivirlas ella misma.

Igualmente, dejando esos pensamientos a un lado, se colocó los cascos y navegó por su teléfono buscando una canción que le subiera el ánimo. Justo en ese momento eligió "Boss bitch" de Doja Cat sin querer, aunque no le importó demasiado, ya que aumentó su confianza y su autoestima hasta las nubes. Poco después, cuando la canción estaba a punto de acabar, llegó casi sin darse cuenta a la plazoleta principal del gran lugar, por el cual ya transcurrían algunos alumnos.

Su padre, al aceptar llevarla a una universidad, eligió la perteneciente al grupo Kwan, una de gran prestigio y a la que solo podían asistir aquellos que se lo podían permitir. De igual modo, como allí también se formaba su mejor amiga, Jung Airam pensó que iba a ese lugar por un atisbo de amabilidad de su padre.

Por desgracia, para cuando terminó la canción ya estaba bajándose del coche negro en el que había venido, así que toda esa confianza que tenía hasta hacía literalmente un segundo se esfumó por completo debido a que estaba llamando la atención de todo ser viviente que estaba pasando por allí.

Pronto, los colores comenzaron a invadir las mejillas de la de cabellos claros, y tras un carraspeo de garganta se giró hacia su mayordomo y le dió un gran abrazo en agradecimiento; por evadir la vergüenza de ser observada, y también por estar siempre tan atento de ella y ayudándola cuando más lo necesitaba. Para ella es como su segundo padre.

— No te preocupes, todo va a ir bien. Sabes que puedes llamarme cuando quieras — dijo el hombre mayor con una gran sonrisa iluminando su cara.

Y tras una pequeña pausa, dijo lo siguiente.

— No olvides que tu padre te mantendrá vigilada — pronunció mientras se alejaba un poco de la joven para ver su rostro por última vez, con una mirada llena de orgullo.

— Muchas gracias, señor Wang. Lo tendré en cuenta — le agradeció la de cabellos claros. Sus ojos no tardaron en cristalizarse, las lágrimas ensalzando sus preciosos orbes verdes. — Te echaré de menos.

— Tu madre estaría orgullosa... — suspiró en un susurro el señor Wang, antes de sacar las dos maletas grandes del maletero y volver a meterse en el coche.