Sunshine & Moonlight (Solangelo)

Visitas inesperadas - One-Shot

Fanfiction basado en los libros escritos por Rick Riordan (Percy Jackson y los dioses del Olimpo, Los Héroes del Olimpo & Las pruebas de Apolo) por consiguiente también toma relatos, historias y/o personajes de la Mitología Griega. Fue escritos sin fines de lucro y con el único propósito de entretener.

N/A: Los personajes tendrán 17(Will) y 15(Nico).

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Will despertó como todos los días, a las cinco con cuarenta y tres minutos, justo cuando el sol comenzaba a salir. A veces creía que tener su propia alarma biológica era una bendición, hasta que los días se hacían cortos y su tiempo de dormir era demasiado. No había razón para seguir en la cama si de cualquier forma no dormiría, así que pateo las sabanas lejos y se levantó. Se estiro en casi toda su altura y camino al baño. Tomo una ducha rápida, cepillo sus dientes y se vistió.

Era sábado así que su madre probablemente regresaría de la pequeña gira al día siguiente. Abrió la puerta de su habitación e iba bajando los escalones cuando lo escucho, primero el sonido de algo rompiéndose, después una maldición en voz baja y finalmente un pequeño gruñido. El rubio por un momento cree que hay un monstruo en su casa, pero eso no era posible, jamás había pasado ¿Esa no podría ser su primera vez o si?

-¡No! No hay más carne para ti-Cuando escucha la voz no puede evitar sonreir, reconoce ese tono molesto y hastiado en cualquier lado. Solo tiene que esperar para verlo aparecer por la puerta de la cocina hecho un desastre.

Su cabello negro estaba cubierto con algo que precia sangre, la ropa estaba llena de tierra y sustancias de dudosa procedencia, sus jeans se habían roto y las botas no parecían ser reusables. Tras él, camina un ser que daba la apariencia de una pantera grande y de color negro. Debías ver con mucho cuidado para notar los huesos sobresalientes y las garras de plata. Ambos caminan hacia la puerta como si jamás hubieran estado ahí, sus pasos apenas y son audibles. Resultaba un gran constante los bultos negros que eran en su colorida y hogareña vivienda.

-¿Te irás tan pronto Nico?-Pregunta Will con esa sonrisa juguetona que el pelinegro tanto decía odiar pero ambos saben que era mentira.

El mencionado se da la vuelta y se queda quieto, lo ve fijamente por unos segundos sin decir nada. El rubio puede ver como las mejillas pálidas se cubren de un rosa suave e incluso llega hasta las orejas.

-¿Qué quieres Solace?-Responde con el mismo tono molesto de siempre. Como si lo odiara pero tampoco es así.

-No lo se, tú eres el que vino a mi casa y se va tan pronto sin saludar al anfitrión-Termina de bajar las escaleras y camina hasta el hijo de Hades, quien lo ve entre desconfiado y asustado. Incluso parece algo indignado ya que se atrevió a acercarse demasiado.

La pantera a un lado ronronea en cuanto lo reconoció, siente como restriega su rostro contra su pierna y Will no puede evitar acariciarle. La larga lengua le lame los dedos mientras le muestra los colmillos de hierro estigio. Cuando terminan, el animal cuyo nombre ha olvidado se va a merodear por sí casa.

-Esta fiera también se dejará acariciar-Pregunta en dirección a Nico, el cual solo aprieta los labios y aparta la vista.

-Solo vine porque necesitaba alimentar a Noche y sería raro que entrará a una tienda ¿Cuanto es?-Rebusca entre sus bolsillos el pelinegro.

Nico no tiene una consciencia sobre cuanto es mucho o poco dinero, además de tener bastante en la cuenta bancaria que le dio Hades, solo retira y paga, el no suele preocuparse en absoluto. Podría molestarlo con ser un niño rico pero este probablemente ni siquiera lo tome enserió.

-Ni siquiera lo intentes-Lo detiene de inmediato, lo toma de las muñecas impidiendo que saque la cartera, el hijo de Hades se queda quieto por unos segundos hasta que el rubio aparta las manos-Vamos ¿Un baño te vendría bien? Antes de que te manches la alfombra.

Treinta minutos duro Nico en la ducha, cuando creyó que había durado demasiado y probablemente se había escapado mediante un viaje sombra, decidió que era momento de tocar. Una vez, dos veces, tres veces, y ni siquiera hubo respuesta. Empuja la puerta, abriéndola poco a poco, casi de inmediato la cierran de nuevo.

—¿Qué haces idiota?—La voz aguda y sobresaltada del hijo de Hades lo hace quedarse quieto.

—Quería saber si seguías ahí? ¿Qué sucede?—Pregunta a la vez que se pega en la puerta, solo necesita unos segundos para que sea abierta, Will se aleja de inmediato tratando de verse casual. Pero olvido todo cuando vio al niño del inframundo luciendo como la cosa más linda y durable del mundo.

¿Le había dado ropa blanca a propósito? ¡Claro que no! El sería incapaz de hacer semejante acto.

—¿No tienes más gamas de colores en tu armario, Solace?—Frunce los labios viéndolo con intensidad, el rubio sólo quiere apretarle las mejillas.

—No tengo negro si es lo que preguntas, pero hay amarillo chillón y verde neón—Sonríe ampliamente, hasta que sus pómulos se marcan y jura que sus pupilas estan brillantes.

Nico Di Angelo luce precioso, como un ángel berrinchudo. Una camiseta blanca que le caía por un hombro de lo grande que era, fajada para que se viera mas presentable, un pantalón de vestir del mismo color, este fue doblado hasta arriba de los tobillos ya que le arrastraba. Su piel pálida combinaba perfectamente con la ropa, provocando que sus ojos y cabellos oscuros resaltaran mucho más, y que se viera con facilidad lo rosa en sus mejillas.

—¿Blanco? ¿Enserio?—Camina y le pasa por un lado de largo, para verse en el espejo y fruncir el ceño. Probablemente estaba ciego sino veía lo hermoso que estaba.

—¿Te quedo la ropa interior? Busque algo que te quedara y...

Will no termino de hablar porque Nico le estaba golpeando en el pecho con el puño, apenas y lo sentían. Ese chico podría matarlo con chasquear los dedo, sin embargo, estaba ahí, dándole manotazos suaves.

—Cierra la boca ¡Idiota!—El pelinegro envuelve las manos en su cuello y le besa, juntan sus labios en un dulce toque.

A Nico le gustaba perderse, aparecer en su casa, hacer un berrinche y después hacer lo que vino a hacer, visitar a su novio. Al hijo de Hades le gustaba usar la ropa del otro pero jamás lo admitiría, habría muy pocas cosas que admitiría, y que estaba enamorado del niño de Apolo era una de ellas.

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