Toji

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Muchos describen el estar enamorados cómo algo maravilloso, algo que no tiene precio, y que nada en su vida podría ser igual.

Hay otros que lo ven cómo un castigo, una debilidad, y un abismo del que es difícil el salir.

Antes pensaba que eso era así, dependiendo de las circunstancias era el cómo todo iba a terminar, ahora no sólo lo pienso, estoy segura que es así. 

¿Porqué de todas las personas de las que pude enamorarme tuviste que ser tú?
¿Porqué mi corazón fue robado por una persona a la que sólo le importa el dinero?

Porque ni siquiera te preocupas por ti.

Nos conocimos por pura casualidad... en esa bella florería donde siempre comprabas un ramo de diferentes flores. 

Nunca comprabas las mismas...

Es normal que al principio me sentí atraída por tu apariencia, ya que no sabía nada de ti, ni siquiera sabía quien eras, y ya me habías gustado. Ya que desde ese día me quedé intrigada con tu sola presencia.

¿Quién eres?

Más de una vez recurrí a ese lugar, agradecida de poder verte de nuevo... así cómo me interrogaba a mí misma cuando iba poder dirigirte la palabra. 

Pasaron algunos días, hasta que fuiste tú quien se acercó, comentando que no era nada discreta a la hora de dirigirte la mirada, yo me moría de la vergüenza al saber que siempre me notaste en cada momento que venías. Sin embargo, me armé de valor y te invité a salir.

Grande fue mi sorpresa cuando aceptaste, siendo ese el día más feliz de mi vida.

Mi primera cita contigo fue tan especial, eras alguien genial, justo cómo yo pensaba. 
Una salida no iba hacer que estuviera conforme, así que seguí invitándote a otros lugares, diferentes horas para que tú tampoco te aburrieras de mí.

Y en cada salida que tuvimos, me enamoraba cada vez más de ti. 
Eras mi hombre soñado, eras perfecto.

¿Porqué me mentiste así?

Si desde un inicio, hubieras sido honesto conmigo, no me sentiría así, tan dañada, tan rota.

Cuando yo sentía que nuestra relación iba creciendo, que íbamos de maravilla, uno apoyando al otro. 
Tú sólo cambiaste, de la noche a la mañana. Ya no eras atento, ya no me escuchabas, que incluso me comencé a sentir sola. 

Pero no me rendí, intenté cambiar todo, sin excepciones, sólo por querer verte feliz, hasta que simplemente te fuiste.

Yo siempre creí que los dos estábamos bien, que no nos faltaba nada...
¿Porqué me conformé con tan poco?

Es que no lo entiendo.
¿Porque me conformaba con tenerte en mi cama? ¿Porque nunca fui capaz de exigirte más?
Yo sabía perfectamente que tenías un hijo, y estaba más que dispuesta a aceptarlo, de aceptarte a ti, con todo lo que eras tú. 

Pero sólo fui una más, una más con la que jugaste y usaste a tu conveniencia, me dejaste sin nada, te llevaste todo de mí...

Por favor, regresa.

Te lo suplico, necesito mi corazón, y tú te lo llevaste sin siquiera mirar atrás.

No puedo seguir en este estado.

Trato de seguir adelante, continuar con mi vida, pero cada día en cada cosa que haga, siempre estás tú.

Tu nombre se quedó marcado en mi piel, y me arde cuan veneno. 
¿Cómo es que tu sigues cómo si nada? ¿porqué cuando te volví a ver, yo estaba acabada y tú estabas mejor que nunca? 

No me sonrías así, no me hables cómo si nada hubiera pasado.
¿No ves que me haces daño?

Estar solos tú y yo me hace tanto daño, porque me botaste tan fácilmente, y yo sigo aferrándome a tu recuerdo, porque ni siquiera es a ti.

Al final te fuiste, luego de destruirme con tu indiferencia, al menos me regresaste mi corazón, pero ya ni estaba completo, te llevaste la mayor parte de él.

Quise ir detrás de ti, para saber tus razones, y enterarme de una vez si había alguien más. Sólo quería que tú me lo dijeras, y ver si así era capaz de dejarte ir. En ningún momento me moví, me quedé ahí cómo una estatua mal parada. 

Pensé en mil maneras para recomponerme, convenciéndome a mí misma que todo iba a estar bien, que tú sólo fuiste un amargo capitulo que me rehusaba a pasar, pero por cada vez que intentaba tirar tus regalos, quemar nuestras fotos, siempre escuchaba una pequeña voz que me detenía, repitiendo una y otra vez que ibas a regresar, que solamente te habías tomado un respiro. 

Y te seguí esperando, de nuevo.

Soy bastante masoquista, ¿verdad?

Y cobarde también, porque no te mentiré al decirte que busqué mil maneras de quitarme la vida, sólo por no poder dejarte ir. 

Aún siento la sangre caer desde mis muñecas, mientras que entre lágrimas suplicaba que alguien me despertara de estar pesadilla, estaba a nada de caer, de no ser por él, a quien consideré mi mejor amigo durante mucho tiempo. Quien con el tiempo me ayudó, y me salvó en más de un aspecto. 

Pude salvar mi estado mental, emocional y físico... 
Pero eso no te importa a ti, tú sólo me querías destruir...

Actualmente me encuentro mejor, tengo una vida buena que casi perdía por estar clavada en tu recuerdo. 
Ahora sé que hay vida después de ti, siendo tan hermosa y tranquila...

No creas que te odio...
Aún te amo, cómo en el primer día, pero me amo más a mí, y sé que lo mejor es tenerte lejos de mí.

Toji Fushiguro.

Quién diría que el nombre del hombre que más daño me hizo, fue también el mismo de la persona que más amé.

Te amo, Toji.
Gracias por esta cruda y ruda lección.

Jamás volveré a darle todo a una persona que sólo me da miserias.

Lejos de mí (one shot) TojiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora