los médicos más experimentados, con placas en la puerta de su oficina y currículums gordos, los miraban con añoranza de la juventud, o con hartazgo de la inmadurez.
verlos caminar por los pasillos, tonteando sobre cualquier cosa, llenos de sonrisas brillantes y ojitos coquetos, era un espectáculo de derroche de amor puro y juvenil. chan y minho eran un equipo, no iban de a uno solo, ¡no! siempre que alguien pida apoyo, ahí estarán los dos, en pareja, llevando una gasa o preparando una jeringa.
llegaron juntos a comenzar su residencia recién graduados de dos universidades distintas, pero bastaron únicamente quince segundos de mirarse de extremo a extremo de la habitación donde el doctor kim les daba la bienvenida, para saber que era amor.
y todo el mundo lo sabía.
menos ellos.
chan toca guitarra y, cuando lo comentó en el almuerzo, la directora de pediatría le impulsó a llevar su instrumento para cantar con los pequeños de oncología pediátrica y cuidados intensivos. el médico aceptó radiante y pronto estuvo cantando frente a un coro de niños entusiastas o dedicando canciones de cuna a los bebitos que dormían bajo incubadoras. siempre, bajo la mirada enamorada de un joven médico de cabellos castaño claro.
一 tengo un amigo que canta como un ángel... 一 dijo bang una vez, a su grupo de cantantes, con la mirada al techo y la plumilla entre los labios.
一 ¡dile que venga desde el cielo a cantar con nosotros! 一 pidió felix, abrazando una muñeca de trapo.
y así, minho se unió a sus canciones.
pronto el hospital se llenó de una ola de positivismo, juventud y letras tarareadas por médicos y enfermeras por igual, que saludaban con una sonrisa a los jóvenes músicos que daban medicina para el corazón a los más jóvenes del hospital.
y, a lo mejor, todo el mundo sabía que ahí había amor del bueno, pero, para ellos, bastaba tenerlo presente en sus corazones sin palabras o títulos formales de por medio, simplemente tomando un respiro en esa vieja banca de madera fuera del hospital, retirándose hojas amarillas de otoño del cabello y recostando sus cabezas en sus hombros.
一 te quiero, minho. 一 susurra chan, con la mirada al cielo y el menor cerca de su pecho.
lee lo sabe, lo quiere por igual. le sonríe y el mayor le lanza un beso al aire, provocando su risa.
一 y yo a ti, chan.
ésta es sólo una adaptación del
drabble / one shot del chanbaek,
el cual se encuentra dentro de una
compilación de los mismos, con el
nombre de "thirty one days of love",
que le pertenece a .
todo derecho a su persona.editado, 160922.
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𝗺𝗲𝗱𝗶𝗰𝗶𝗻𝗮 𝗽𝗮𝗿𝗮 𝗲𝗹 𝗰𝗼𝗿𝗮𝘇𝗼́𝗻, 𝖻𝖺𝗇𝗀𝗂𝗇𝗁𝗈.
Fanfictionverlos caminar por los pasillos tonteando sobre cualquier cosa, llenos de sonrisas brillantes y ojitos coquetos, era un espectáculo de derroche de amor puro y juvenil. y a lo mejor todo el mundo sabía que ahí había amor del bueno, pero para ellos ba...