Un disparo.
Solo eso fue necesario para que todo se pusiera de cabeza.
Escuché como la gente huía despavorida hacia las salidas; había llantos, gritos y maldiciones. No me había dado cuenta de que aún cubría con mi cuerpo una parte de Zenitsu e Inosuke.
Los revisé y miré a Genya, lucía alterado y se daba pequeños toques en el cuerpo, como si estuviera comprobando que nada faltara.A unos metros de mí, vi que un grupo de guardias sometían a un tipo contra el suelo, y al lado, yacía un hombre inmovil.
Estaba muerto, no era difícil adivinarlo.
Un charco de sangre se formó alrededor de él mientras que una mujer lo agitaba y gritaba, buscando alguna respuesta. No podía dejar de mirar el cadáver.
-¡Tanjiro!
Reaccioné y observé a mi amigo alto.
-¡Debemos irnos, ahora!
Sin replicar, asentí y me levanté, ayudando a los otros a incorporarse.
Pasamos entre la gente mediante empujones y forcejeos, y al final, logramos salir.
Saqué mi celular del bolsillo y llamé a Tomioka.
No contestó.
-¡Mierda! -maldije.
-¿Qué sucede, no contesta?
Negué con la cabeza en lo que le escribía un mensaje.
Mediante mi mente, escuché que Genya ideaba un plan. También noté que Zenitsu parecía estar a punto de tener una crisis nerviosa.
Sus pensamientos eran completamente dedicados a recrear el momento cuando mataron al hombre.
Inosuke tenía una mirada en blanco, no lograba escuchar lo que pasaba por su cabeza, pero no se veía bien.
-Síganme -ordenó Genya.
Sin rechistar, obedecimos.
Formamos una fila en la que Shinazugawa iba al frente y yo, atrás de mis otros dos amigos.
Nos apresuramos para salir de la zona lo más antes posible, deslizandonos entre calles y algunos pasajes. Casi todas las casas eran igual de grandes que aquella mansión, parecía ser un lugar bastante elitista.
Genya logró llevarnos a un tipo de parque público; había columpios y resbaladillas, pero lo que resaltaba era una cancha de concreto iluminada con potentes faroles de luz blanca, contaba con porterías, canastas y gradas.
-Bien, paremos aquí.
Todos aprovechamos para tomar un respiro. Volví a revisar mi teléfono y vi que tenía un mensaje.
"Tanjiro".
Rodé los ojos, era el imbécil de nuestro protector. Marqué a su número y esperé.
Genya estaba consolando a mi amigo rubio, abrazándolo con un brazo y dándole palmaditas en la espalda. Inosuke parecía estar vigilando.
-¿Dónde están? -dijo el señor Tomioka tan pronto abrió la llamada.
-E-estamos en un parque, honestamente no logré ver los nombres de las calles.
ESTÁS LEYENDO
El Telépata
FanfictionDespués de lo que posiblemente fue el peor día de su vida (eso según las palabras de Zenitsu), Tanjiro tiene un accidente que le dará una extraña habilidad. La Telepatía.