A lo largo de mi vida he leído todo tipo de libros, pero sin duda alguna los que más se han destacado han sido las novelas de fantasía. Los personajes de esas historias tienen todo lo que siempre he querido: dinero, fama, poder y amor.
He tenido una buena vida, sí; no me ha faltado nada en lo que a material se refiere, pero tampoco he tenido la vida que he soñado. Soy huérfana, nunca supe quiénes eran mis padres y nunca fui adoptada; Sin embargo, yo era una chica muy inteligente, terminé graduándome con honores y entré a la universidad de mis sueños. Cuando cumplí dieciocho años dejé el orfanato, conseguí un trabajo de medio tiempo y comencé mi vida independiente.
Pero nada de eso significa que quisiera estar donde estoy ahora.
-¡Gah!- el sonido del balbuceo hecho por un bebé llegó a mis oídos.
¿Dónde diablos estoy? Este no es mi apartamento, y definitivamente este NO es mi cuerpo.
-¡Oh! Parece que nuestra joven señorita se ha despertado- dijo una mujer de cabello castaño mientras me levantaba.
Sí, me volví una bebé, todo por ese hombre
Eran las diez de la noche, estaba en camino a mi casa, la cual no se encontraba lejos de mi trabajo, cuando Clyde se acercó a mí.
-Hey, ¿quieres que te acompañe a casa?- preguntó en cuanto lo vi.
Clyde ha estado persuadiéndome por meses para que yo acepte salir con él, pero no quiero una relación romántica en este momento. Quiero organizar mi vida antes que cualquier otra cosa venga... Sí, sé que cualquiera diría que aceptarlo no se interpondría en el camino de mis planes, pero mi corazón me dice que no es el momento para algo así aún.
-Oye, Clyde, ya te lo--
-Solo pregunté si querías que te acompañara- me interrumpió.
-No, gracias, pero estoy bien- dije reanudando mi camino a casa.
--rra- Clyde murmuró algo, pero no pude escucharlo.
-¿Dijiste alg-- un dolor punzante invadió mi cuerpo, miré hacia abajo y lo vi. Un cuchillo estaba clavado en mi estómago, y la mano de Clyde sostenía el mango.
-¿Q... q... qué?- tartamudeé con el poco aliento que pude reunir, se estaba volviendo difícil respirar, era doloroso, pero a Clyde no le importó.
-Si no serás mía, no serás de nadie- dijo con una sonrisa macabra en su rostro mientras retorcía el cuchillo. Acto seguido, lo sacó y me apuñaló repetidamente.
Me apuñaló múltiples veces, dejé de contar luego de la puñalada número quince, probablemente perdí la consciencia unas treinta puñaladas después, y cuando desperté me encontré con unas manos regordetas, pies pequeños, y un cuello que no es capaz de sostener mi maldita cabeza.
La niñera me hizo beber leche de un biberón, cambió mi pañal, y me puso ropa nueva.
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En una oficina dentro de la mansión, un asiento elegantemente decorado estaba ocupado por un hombre, sus ojos azul cielo estaban ensombrecidos por las oscuras ojeras que los decoraban. La expresión feliz que había mostrado solo unas semanas antes fue reemplazada por una expresión de preocupación y tristeza abrumadora.
Es bien sabido que el Duque siempre ha querido tener una hija; fue una tragedia para el Duque haber perdido a su esposa durante el parto, como sea una hermosa niña estaba en sus brazos ahora. Piel blanca como la nieve, ojos morados platinados, cabello negro como la noche; era una niña hermosa, sus ojos asimilaban a los de su madre, y su cabello era como el de su padre.

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Profecía
FantasyTodos en el reino saben que el Duque solo anhela una única cosa ¿Poder? Para nada ¿Dinero? No El Duque solo quiere una hija, una hermosa niña de la cual pueda decir con orgullo "es mi hija" Pero el destino parece que no le concederá ese único deseo