De amores inexistentes y otros también reales

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Jaula dorada

Tenías esa magia que en nadie había presenciado

Tenías la capacidad de sacarme de la jaula en la que yo me había encerrado.

Te di la llave

Me dejaste salir

Me acariciaste la piel

Me besaste el alma despacito

A besos lentos

Con ternura

Y luego me volviste a encerrar

Sin más

Porque si

Después de todo

Acabe comprendiéndolo

Tenías razones para hacerlo

Nadie quiere a un pájaro que no sabe volar