historias normales de una chica anormal

1. CÓMODA

Cojo el bus un poco desesperada, mi cita es a las 2:30 y faltan 20 minutos, espero no llegar tarde, no me gusta cuando eso pasa.

Subo el ascensor hasta el quinto piso, a paso lento busco la puesta, pienso dos veces antes de tocar; no me malinterpreten me gusta hablar con ella solo que a veces es muy difícil expresarle todo lo que me pide, o bueno, lo que yo creo que me pide, es posible que ni siquiera espere algo de mi, solo escucha y escribe en su maldita libreta.

Después de tocar unas tres veces como suelo hacer escucho un "pasa" por parte de ella, al adentrarme en su consultorio noto como todo está perfectamente acomodado, no entiendo por qué pero eso me frustra.

- Buenas tardes, creo que llegas un poco tarde- dice sonriente- pero no te preocupes, toma asiento.

Lentamente me dirijo a un pequeño mueble, bastante cómodo a decir verdad, el lugar de hecho es bastante agradable solo que un poco infantil, a mi lado hay unos peluches, tomo uno y lo abrazo mientras cruzo mis pies.

Ella decide romper el silencio.

- Ahora, retomemos la sesión pasada, busca en tu mente un recuerdo en el que te sientas cómoda y si es posible que sea de los primeros, es decir, en donde fueses muy pequeña.

Mi silencio dura unos segundos, siempre me pasa con ella, de hecho hablo mucho pero cada que piso este lugar las palabras se esfuman, pero estoy intentando cambiar eso, así que decido contar mi historia.

En ese entonces mi mamá y mi papá llevaban un par de meses separados, después de todo el drama en el que no podíamos ver a mi padre ya que mi mamá no nos dejaba - estoy segura de que después me preguntará por eso - por fin salimos con él. ( Con el salimos me refiero a mi hermana y a mi) - recalco antes de continuar- pero los planes de él ni eran solo de vernos, si no también de presentarnos con su nueva pareja, es estúpido, creo, realmente de esa salida no recuerdo ninguna conversación, que comimos o a donde fuimo; solo recuerdo estar en el parque junto a ella saltando de piedra en piedra mientras estábamos cogidas de las manos, en mi mente no podíamos pisar ninguna grieta, recuerdo claramente verla en tacones y aún así saltando conmigo, - me sentí bastante bien... Creo, de igual forma todo terminó mal, pero eso es otra historia supongo.- concluyo mientras observo cómo anota en su libreta.

Siempre evito el contacto visual mientras cuento una historia así que durante todo este tiempo Ni la había detallado completamente, mientras la observo lentamente ella se da cuenta y me miro, me sorprendo pero rápidamente desvió la mirada aún así escucho como ríe por lo bajo.

- ¿Cuantos años tenías en ese entonces?- pregunta.

-entre 6/7 aunque no estoy segura.

Sigue anotando ñ, no sé qué tanto escribe ahi ... Me da curiosidad.

-Mientras tu estabas con ella, ¿ tu papá y tu hermana que hacían?

- estaba delante de nosotras cogidos de la mano, a mi hermana al parecer no le había caído bien la mujer por esa razón no iba con nosotras.

-¿Por que no le caía bien?

-no se, si lo pienso bien, en este punto creería que mi mamá le dijo algo antes de salir debido a lo que pasó al llegar a casa, pero igual sólo es una suposición- termino alzando los hombros y abrazo un poco más fuerte el peluche.

- ¿ Que pasó cuando llegaron a casa? - supuse que iba a preguntar eso.

Creo que al principio fue normal, igual era tarde, creo que me iba a dormir pero tiempo después llegó mi mamá a reclamarme por haber jugado con ella mientras decía " a usted no le importa que ella haya sido la moza de  su papá" en ese entonces no sabía ni entendía que era eso y ahora que lo entiendo tampoco es algo que le deba de importar a una niña- paro un momento para pensar mientras dejo el peluche en donde estaba- el caso es que me hizo un show, estuvo ofendida unos días y yo ni siquiera comprendía que había pasado, claro está que ella le preguntó a mi hermana que había pasado en esa salida.

Ella mira su reloj luego voltea a verme y me sonríe.

-creo que se nos acabó el tiempo, muchas gracias por contarme lo de hoy, nos vemos la próxima semana- dice ella mientras termina de anotar en su libreta y la cierra.

Salgo de lugar, miro al cielo... No se que estoy haciendo con mi vida- pienso sin dejar de mira, me distrae el sonido de un carro al que reconozco como el de mi padre , me subo.
Durante el camino me sumerjo en mi pensamiento y me dejo llevar.