chapter seven

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Diciembre 22

Una media sonrisa le asomó tímida y sus ojos, brillosos, parecían más grandes de lo normal. Posiblemente por el maquillaje que llevaba, o por el delirio sentimental que su cuerpo comenzaba a experimentar.

Jeongwoo terminó de acomodar su traje verde, y como último toque, echó una ligera fragancia sobre su cuello.

La puerta se entre abrió, dejando ver los ojos negros de su amigo Yoshi.

—¿Estás listo Jeongwoo? —preguntó. Su mirada viajaba deslumbrada por todo el cuerpo del castaño.

—¡Estoy listo!

—Bien, bajemos.

Los cuatro chicos Ravenite, salieron de la sala común completamente vestidos con trajes a la medida. Al pasar por los pasillos saludaban a sus compañeros de las otras casas que se dirigían de igual forma hacia la recepción en espera de su pareja.

—Hoy es una bonita noche, ¿no creen? —Jaehyuk habló, mientras bajaban las escaleras, forradas en terciopelo rojo.

—Sí, a pesar de que está nevando, el ambiente se siente cálidamente extraño.

Jeongwoo estaba de acuerdo con Junkyu. —Pensé que sentiría frío con sólo traer este traje. Pero me siento cómodo.

—Chicos, nos vemos en un rato, mi pareja está por allá —Junkyu interrumpió la conversación para señalar a la chica de cabello negro y vestido largo marino.

—Claro, nos vemos en un rato más.

Habían pasado ya unos minutos, las parejas de sus tres amigos ya habían llegado y por ende, lo habían dejado solo. Miró su reloj de mano, marcaban las 9:05.

"Tranquilízate Jeongwoo, no es posible que Watanabe Haruto te plante."

Su mirada se mantenía pegada al pasillo contrario por el que él y sus amigos habían llegado, los dormitorios de Sliether quedaban para esa dirección ¿No es así?

Diez minutos habían pasado, y no había rastro del pelinegro. La recepción ya estaba sola y él comenzaba a sentirse estúpido, adentro en el recinto la música tomaba fuerza.

Sin consentimiento racional se obligó a emprender camino hacia los dormitorios de Sliether.

Recorrió un par de pasillos oscuros, allí abajo el frío hacía que sus extremidades temblaran. Pero pronto, su cabeza se centró en algo más hasta hacerlo olvidarse del frío y de cualquier otra cosa.

Haruto con un traje negro de satín y camisa del mismo color de su propio traje, verde esmeralda. Podría decirse que tenían trajes a juego. Pero el único juego que se podía ver allí era en el que su corazón había estado incluido.

Haruto besaba a una pelirroja de vestido ajustado color vino. Sus labios se debatían en una intensidad asfixiante. Unos segundos después se separaron y la chica pronunció: —Me gustas Haruto.

Y Jeongwoo ya no pudo mantenerse ahí de pie, no, no lloraría. Ni haría alguna estupidez. Simplemente se iría y se forzaría a olvidar los sentimientos por el contrario.

Pero no todo le salía bien, al volverse, su varita cayó produciendo un ruido sordo que alertó a los otros dos jóvenes de respiración entrecortada.

Jeongwoo recogió su varita con los ojos de los contrarios puestos en él.

—Perdón por interrumpir —dijo y salió de allí corriendo.

A Haruto se le hizo un nudo en el estómago. Mierda.

—Y tú a mí no me gustas. Así que por favor, mantente alejada de mí, de mi familia, de mis asuntos personales. Cumple con tu palabra. —Haruto estaba rojo del enojo que sentía.

magic - hajeongwooDonde viven las historias. Descúbrelo ahora