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Una mañana, el chileno salió a caminar para despejar su mente de tantos problemas. Desapariciones, robos, temblores y trombas marinas ya casi eran pan de cada día; mientras caminaba por una calle un tanto desconocida para él, notó que un auto lo estaba siguiendo desde hace un buen rato, dobló en una esquina y aquel auto no tardó en aparecer detrás suyo, un poco asustado buscaba con la mirada algún callejón u otra esquina para comenzar a correr y volver a casa de alguna manera, él no tenía amigos a quienes llamar, finalmente vio un lugar en donde podría esconderse al menos por un rato y llamar a FBI o alguna autoridad que pudiera ayudarlo; con el corazón casi saliendo de su pecho, el tricolor se escondió tras unas bolsas de basura, vio pasar el auto frente a él, ellos pararon un momento y luego siguieron su camino, Chile pensó que ya estaba a salvo y salió de ahí mientras limpiaba su ropa, pero antes de que pudiera asomarse un poco más, alguien lo tomó por la espalda y tapó su boca, Chile intentó defenderse, pero luego se unió otro tipo y comenzaron a golpearlo hasta que él se quedó tranquilo, aquel auto volvió y lo tiraron al asiento trasero.

Día siguiente

Algunos notaron la ausencia de Chile, casi a nadie le importó, pues a veces desaparecía días, aunque siempre avisaba cuando eso iba a pasar, varios lo llamaron a su celular sin obtener respuesta

- ¿a nadie le dijo donde estaría? - les preguntó ONU cuando le dijeron sobre la desaparición
- sabés que él no hablaba con casi nadie, solo conmigo... - dijo aquel bicolor con un sol en el centro, ONU sujetaba su cabeza intentando imaginar que pudo haber pasado
- yo lo vi - habló el peruano escondiendo su triste cara bajo su chullo¹
- vamos, habla - dijo impaciente la organización alada mientras mandaba a FBI a buscar algún rastro
- ayer él estaba caminando hacia la calle Barducci, él iba solo - dijo el peruano refugiándose en su manta, Argentina insistía con llamar al celular de Chile a pesar de no tener respuesta, ONU mientras tanto le estaba dando aquella información a FBI.

FBI recibió la información y se dirigió a la calle Barducci, una calle poco transitada, no tardó en ver un celular tirado al lado de una pila de bolsas de basura maloliente, por el fondo de pantalla y el protector de el celular, reconoció que le pertenecía a Chile, estaba lleno de llamadas perdidas y mensajes, solo contaba con 26% de batería, FBI lo guardo dentro de su chaleco antibalas y subiendo a su auto partió rumbo a las oficinas de ONU para mostrarle la prueba.

ONU estaba un poco frustrado de que eso sea el único rastro de Chile, no habían huellas en el celular, no habían rastros de un tercero, era como si simplemente se lo hubiera tragado la tierra.

En otra parte, Chile estaba siendo despojado de todas sus ropas y siendo vestido con otras, algunos de los otros que habían sido raptados lo estaban ayudando con algunas heridas que los secuestradores le habían hecho

- ¿duele mucho? - preguntó Paraguay, quien le estaba limpiando sus heridas junto a Ecuador
- no, gracias... ¿ustedes que hacen aquí? Hace meses que desaparecieron - les dijo Chile, quien estaba asustado en un rincón de la habitación
- nos pasó lo mismo que a ti, por estar solos nos siguieron y nos secuestraron, ahora no podemos irnos - le dijo Ecuador sentado en una de las camas, Chile miraba detenidamente la habitación, aquella tenía las paredes acolchonadas, tal como una habitación de un manicomio, habían 3 camas, una silla con unas toallas, una pequeña ventana de la cual apenas entraba luz y otra un poco más grande en la puerta, el estrellado estaba levantándose de el suelo cuando sacaron a Paraguay de la habitación

- ¿a donde va? - pregunto el chileno, él ecuatoriano lo miró
- van a abusar de él... es el favorito de esta habitación - respondió Ecuador mientras sus ojos se llenaban de lágrimas, Chile se acercó y le dio un abrazo para calmarlo.

El paraguayo volvió a la habitación casi 2 horas después, su espalda estaba herida, era como si un gato hubiera tenido una pelea con su espalda, estaba llorando en silencio, se veía adolorido y sobre todo, humillado.

Nadie en esa habitación cruzo palabra por un buen rato, Chile se quedó en una de las camas, estaba sentado, apoyando la espalda en la pared mientras abrazaba sus rodillas, apoyó su mentón en sus brazos cruzados mientras pensaba en como estaría su pobre gato, al pensar en aquel gato no pudo evitar llorar, su llanto era muy lastimero, a aquel llanto se unió Ecuador y finalmente Paraguay.

No había pasado mucho rato desde que los 3 dejaron de llorar. Sacaron a Ecuador y a Paraguay de la habitación, desde allí Chile escuchaba sus gritos, se sentía abrumado por todo esto, todo estaba pasando tan rápido, él solo quería escapar de allí.

Algunos días después

Nadie podía encontrar a Chile, la búsqueda fue igual que las anteriores, primero fue Ecuador, luego Paraguay, después Chile y ahora nadie encontraba a Guatemala

- ¡los estoy perdiendo a todos! - se quejaba ONU en su escritorio, varios de los países que tenía a cargo estaban desapareciendo, FBI y su equipo no encontraban ninguna pista que no fueran los teléfonos de los desaparecidos.

Mientras tanto, en aquella habitación estaban sacando la cama de Chile para cambiarla por una litera, Chile quería escapar al ver la puerta abierta, pero sus compañeros se lo impidieron

- ¡déjenme! - decía el chileno
- ¡no! No sabes lo que te pasará si lo haces, cuando yo lo intenté, casi me matan a golpes y hasta aprovecharon de violarme, no lo intentes - le dijo Ecuador con lágrimas en los ojos, Chile sabía que él no era capaz de mentirle con algo como eso, así que dejó de forcejear y se quedó tranquilo 
- ¿por que ponen una litera? - preguntó Chile sentado en la litera de arriba, la cual pertenecía a Paraguay
- va a venir otro - respondió Paraguay.

Un rato después, todos allí vieron entrar a Guatemala, venía golpeado y vestía la misma ropa gris que vestían los demás allí, cerraron la pesada puerta de metal y los dejaron solos.

Chile fue el primero en bajar, tal como habían hecho Ecuador y Paraguay cuando él llegó, mojó una toalla y limpió las heridas de Guatemala con extrema suavidad

- ¿como te sientes? - le preguntó Chile, Guatemala lo miró asustado
- ¡¿Chile?! - preguntó tomándolo por los hombros, Chile asintió
- ¿por qué me miras así? - preguntó el estrellado con una sonrisa
- llevas mucho desaparecido, todos perdieron la cabeza buscandote, pero se rindieron, no apareciste - dijo Guatemela, Chile dejó de sonreír al saber que se habían rendido.

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Chullo¹: El chullo (en quechua: ch'ullu) es un gorro con orejeras tejido en lana de alpaca u otros animales y en combinación con fibras sintéticas.

aquel que me salvó Donde viven las historias. Descúbrelo ahora