JASON TODD

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Siento haber tardado tanto, he estado pensando en retocar las otras partes teniendo en cuenta que desde que las escribí he mejorado mi escritura, pero me da pena borrarlas puesto que son parte de mi avance y tienen recuerdos impregnados, así que tan solo seguiré escribiendo como lo hago ahora. 

- ¡Vas muy despacio! – la queja sobre mi velocidad me mantuvo enfadada, no quería hacer patrulla esa noche, no quería estar en la sede de los Teen Titans más tiempo del necesario

Mantuve el ritmo de mi moto al compás del vuelo de Kon sobre mi cabeza e ignoré por completo el interfono en mi oído. Necesitaba mi cabeza despejada para poder ayudar a San Francisco

-Si te dicen algo agradecería una contestación Kent -la voz de Dick advirtió a mi subconsciente de lo poco que me gustaba estar bajo las órdenes de un murciélago justiciero -Estáis trabajando juntos por hoy

-No quiero estar aquí – le contesté con un tono que dejaba claras mis intenciones en esto

-Tu padre te quiere aquí – me recordó Nightwing con un tono autoritario

-No es mi ambiente y no creo en esta causa – reiteré metiendo más velocidad a la moto trucada para captar a Kon que me adelantaba por algunos metros

No me contestó, y asumí que había dejado de luchar contra mi idea cabezona de no querer adaptarme a este ambiente de que todo lo que los malos hacían se podía perdonar y redimir si el villano así lo quería

Ridículo.

A través de la visera del casco logré ver el lugar de los sucesos que nos habían llevado a salir corriendo de la sede en forma de T.

Un grupo de unos 10 ladrones transportando dinero a por lo menos dos camiones negros. Estaban bien coordinados y vestían todos de negro por completo de modo que no se podía reconocer ninguna cara.

Me bajé de la moto retirando el casco y noté a Kon aterrizando sobre el techo del edificio que resguardaba el banco.

Nunca había luchado espalda con espalda con Konner Kent, reconocía su fuerza y el parecido con mi padre, pero no sabía mucho sobre como era o cuales eran sus ideas al respecto de ser héroe. No conocía a esa persona con la que me habían mandado a pelear una escena del crimen.

Temía mostrar más de lo permitido y que pudiera hacer daño a un compañero.

No respetaba el dejar vivos a gente tan mala como lo hacían mis padres o la liga de la Justicia, pero no quitaba que aquellos que luchaban por buenas causas y que eran compañeros en la lucha los prefería vivos.

Anduve en dirección a los ladrones y le hice una seña a Superboy para que esperara donde estaba. Pasé frente a un cristal y vi reflejada la S de mi familia sobre mi muslo derecho, encima de un traje de cuerpo completo de color negro que se ajustaba a mi cuerpo y me dejaba moverme con libertad. Los colores del logo familiar brillaban más sobre ese fondo negro que sobre el azul que todo el mundo relacionado con Superman llevaba.

Subí mi cubrebocas tapando boca y nariz y notando como la tecnología impregnada en la tela lo sellaba y ajustaba a mis facciones.

Ayudándome de la corriente de poder que siempre me acompañaba, avancé rápido hacía el más cercano de los ladrones y lo golpeé con una fuerza desmedida que lo dejó inconsciente en el suelo.

Los demás se giraron.

La S sobre mi muslo pareció advertirles donde se metían, por lo que empezaron a sacar armas que a simple vista no se veían. Por desgracia para ellos, en el sorteo de dones heredados, mi piel es blindada, por lo que las armas de fuego son inútiles en su mayoría.

Me lancé hacia ellos sin pensarlo mucho, tirando de las habilidades entrenadas hasta la saciedad y noqueando a más de uno en mi avanzadilla.

Kon no se movió del sitio respetando mi decisión de que se mantuviera quieto.

Las patadas y los golpes de defensa que tenía grabados a fuego me mantuvieron cuerda en el campo. Hasta que un golpe de poder me mandó fuera de la batalla. El poder parecía una onda expansiva, algo lo suficientemente flojo para que si hubiera estado alerta lo hubiera podido parar, al haberme pillado ocupada, logró mandarme lejos.

-Una miembro más de su enorme familia – la voz sonaba divertida -Ha sido agradable mandarte a volar, puesto que tu no puedes hacerlo Zero

Mi nombre en clave entre los labios de alguien sonaba demasiado burlón. Me incorporé del suelo y busqué a la dueña de la voz.

Pronto me encontré con una versión militar de la que podría haber sido Cruella de Vil. El pelo en dos colores, los labios rojos y los ojos depredadores de una mujer habituada a matar si era necesario.

-Es una pena que no podamos charlar más – comenté burlona, la tela de mi boca adaptándose a los movimientos de un modo cómodo – De verdad me encantaría acabar contigo e irme a dormir como una niña buena

Ella me sonrió, consciente de como me burlaba de todo lo que estaba haciendo con su sequito. Y entonces reconocí esta escena.

Puesto que provenía de otra dimensión, una alternativa a esta tierra, para mi eran raros muchos de los villanos aquí conocidos, pero ella no.

Ella era una habitual por donde yo solía patrullar siendo una cría entrenando.

-Tu y yo nos conocemos – mi voz sonó más sorprendida de lo que deseaba expresar

-Claro que nos conocemos Kiara Kent – su voz y su postura cambiaron

Bajo mi shock inicial, ella aprovechó para estamparme de nuevo contra uno de sus coches infligiéndome dolor

-Tu mataste a mi marido, y yo maté a tu novio – me recordó esa noche, ese día lluvioso tras una patrulla larga, de camino a casa, a los brazos de la persona que yo amaba - ¿Lo has buscado ya en esta dimensión? Está más cerca de lo que crees y aquí está vivo

-No, no lo he buscado – me volví a incorporar del suelo y la miré furiosa

-Vamos, es fácil, es buscar Jason Todd en algún ordenador – me provocó riéndose mientras los hombres se reorganizaban a su alrededor – Voy a matarte, a ti y a su nueva versión

-No – le aclaré -No vas a hacer eso

- ¿Qué tiene que ver Todd en esto? – la voz de Dick sobre el interfono sonó confusa - ¿Zero?

No contesté, me hallaba desbloqueando una parte de mi interior que había guardado para esta persona

-Espero que mi aperitivo de bienvenida te haya gustado, pero necesitamos pasar al plato principal – su risa y su cuerpo escuálido se movieron lanzándome ondas, pero yo ya estaba preparada para ese golpe

Moví mi mano extendiéndola delante de mis ojos y luego la cerré atrayéndola hacia mi misma y usando algo que la genética kriptoniana mezclada con la humana me había dado: el poder de controlar la gravedad.

Supuse que mis ojos estaban violetas y brillando cuando el coche negro tras la tropa de ladrones y la ahora identificada asesina los arrastró lanzándolos contra el suelo.

La mano libre que no tenía manteniendo el coche hacia mi dirección, la empleé para empujarlos contra el coche cosa que mató a algunos y fracturó algunos huesos a otros.

Pero algo dentro me falló de modo que el poder que me caracterizaba se agotó y entre toda la locura, mis ojos empezaron a ver borroso y mi cuerpo cedió al cansancio y el agotamiento de energía repentino.

Todo lo que vi fue a esa arpía levantándose del suelo y limpiando la sangre de su labio mientras yo caía desmayada. 

one - shots ( Multifandom )Donde viven las historias. Descúbrelo ahora