Número 1: Sonríe y duerme bien

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Quiero suponer que has encontrado este diario, lo dejé sobre el tocador para que pudieras notarlo y ver lo que hay en el. En este diario escribo todo lo que pienso que deberías hacer cuando yo no esté.

Sé que puede ser doloroso en un principio el no tenerme a tu lado, porque oh, Renjun, de haber sido una situación diferente y haber sido tú el que te fueras... estaría severamente sofocado y mal porque tampoco podría resistir el no tenerte de cerca, a mi lado.

Puedo confirmar que nos hemos amado demasiado el uno del otro mutuamente al punto de no querer deshacernos de lo que vivimos por años y seguiremos haciéndolo en nuestras próximas vidas, tenlo por seguro, yo estaré amándote para siempre aún si no estoy contigo, aún si no me ves, aún si no me escuchas, aún si no sientes mi respirar junto al tuyo cada mañana en la que solíamos despertar juntos.

Con tus lindos ojos, por Dios, esos hermosos ojos que tanto adoré, podía mirarlos de lejos y ver deslumbrar en ellos galaxias y estrellas, cometas también, podía mirarlos, pedir un deseo y saber que se cumpliría porque vivir contigo ha sido mágico.

Lo sé, ni estando presente dejo de ser tan romántico, ¿no es así? Me gusta llenarte de halagos, me fascinaba verte nervioso o sonrojado por cualquier mínima cosa tierna que yo podría decirte. Es parte de tu esencia y no pude hacer más que adorarte por ello. Te añoraré.

Me abriste los brazos y me recibiste con tanto cariño que nunca quise y mucho menos pensé en soltarte, pero al parecer las cosas tienen que dar un cambio y por más drástico que fue no se puede negar que a ambos nos ha dolido. Nos han separado, cariño. El destino a veces puede ser cruel y ahora mientras escribo esto no puedo evitar sentirme tan mal.

No estoy junto a ti para llevar este conflicto de la mano entralazado contigo, sin embargo, puedes leer este diario en el que pienso ofrecerte mi apoyo, palabras sinceras llenas de amor y valor y, recordarte que te amo, lo haré siempre, Huang Renjun. Estoy contigo aunque no me notes, no sé lo que hay al otro lado de la página pero yo sé que estaré ahí porque lo que menos quiero es dejarte solo.

Así que por favor, ¿podrías cumplir con lo que te pido? Sé que será difícil, amor mío. Aunque sea... ¿podrías intentarlo?

Sonríe y duerme bien.

Eso es lo principal que necesito que hagas para tu bienestar, tienes que dormir bien, Renjun. Necesitas energías y fuerzas para cargar con un gran peso por sobre tus hombros. ¿Soy el culpable? Puede ser que sí... un poco, quizá no debimos enamorarnos y de ser así tu no estarías triste, aunque eso es absurdo. ¿Sabes una cosa? No me arrepiento de haberme enamorado de ti, ambos sabíamos las consecuencias y nunca me cansé de decírtelo, al final podrías salir dañado pero preferiste quedarte a mi lado. No sabes cuánto te agradezco por eso, sin duda alguna, puedo confirmar y afirmar que eres el hombre al que más amé en esta vida.

Sonríe, por favor. Sonríe como me sonreías a mi cada que contaba algún chiste tonto, cada que te hacía cosquillas, cada que nuestras miradas chocaban y nos sonreímos sin pensar, sonríe de felicidad... aun cuando por el momento no puedas, en algún momento lo harás. Tan solo promete que algún día volverás a sonreír justo como antes, justo como debe ser.

Y recuerda, siempre doy gracias al cielo por haberte conocido, y ahora le cuento a las estrellas lo bonito que sentí cuando te conocí. Nunca me olvides y por favor, sonríe y duerme bien.

–Na Jaemin.




☄️

Renjun ha encontrado aquel diario semanas después de lo sucedido, ni siquiera lo había visto, ha estado muy ocupado encerrado en la habitación y acurrucado en la cama sin darle atención a nada. Este día ha decidido animarse tan solo un poco y limpiar la casa. No sabía de quién era. Lo abrió y empezó a leer. Aquel refrán que dice que la curiosidad mató al gato es tan verídico. Renjun no debió leer nada de lo que este decía.

Renjun está encogido, sentado en la orilla de la cama leyendo aquella libreta, releyendo cada una de las peticiones que Jaemin ha escrito en el diario. Repasa cada una y por cada palabra los sollozos aumentan y se degeneran. Sus manos tiemblan, se siente tan asustado y solo. Al mismo tiempo, se siente amado, un poco mejor.

Jaemin tuvo el coraje y valor para escribirle aquello, no se imagina cómo debió estar mientras lo escribía porque Renjun nunca lo vio hacer aquel diario con testamentos tan dolorosos y hermosos.

Aún entre hipeos, intenta suspirar y tranquilizarse, acurrucándose en la cama en posición fetal continúa llorando silenciosamente, abrazando el diario como si dependiera de este, los ojos le pesan y no pasan ni tres minutos en los que Renjun se ha quedado completamente dormido. Está muy cansado.

Los anhelos en mi adiós.    [renmin]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora