Día 1: El pervertido acecha

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N/A: El tema es... ¡exhibicionismo!

Domingo 21 de diciembre; 01 horas. Una sombra oscura y encorvada andaba por las calles desoladas, como la sombra misma. Pero, espera, se avecina un farol...

Lo evitó.

De no ser por las grandes zapatillas desgastadas, las polillas y demás animales nocturnos pensarían que es un alma en pena. Sus pasos tampoco eran largos, como un ruín ladrón de quesos, andaba dubitativo.

Se detuvo frente a una cerca de madera rosa, muy baja para su enorme cuerpo, y mientras se concretaba una lucha con la pobre, una voz a su espalda lo tomó desprevenido.

Era desconocido.

El desconocido examinó con la poca luz el enorme saco que cubría parte del rostro de aquel enorme hombre, dejando apenas ver una enredada cabellera verde. Los hombros anchos ajustados por la tela, bolsillos ocupados por manos y pantorrillas musculosas. Llegando a los pies-... ¡suba! ¡suba! ¡Las pantorrillas musculosas deberían estar propiamente cubiertas por un pantalón! Incluso las medias deberían cubrirlas. ¡Oh! ¡Qué descaro!

Recientemente, estaba circulando el aumento de personas con la parafilia de exhibicionistas. Demasiado inmoral, si alguien digno como la familia Sakurayashiki puede opinar. ¿Quién se excitaría por que le viera sus... partes y/o en situaciones cuestionables?

Dando otro vistazo al cuerpo frente a él, una chispa de curiosidad se encendió. Un piquete doloroso de curiosidad que hizo arrugar su frente.

- P-perdón, no estoy siendo sospechoso. Ya me iba...

- Te encontrabas frente a mi casa, ¿tienes asuntos conmigo?

Era la casa del desconocido... Eso detuvo al hombre grande, que tembló justo cuando una brisa fresca llegó de golpe; el saco ondeó. No se supo si la emoción, el miedo, la curiosidad o el frío fueron los causantes del movimiento involuntario. Solo se quedó ahí, viendo al más bajo.

- ¿Señor... Cherry?

- ... - sí... no te lo voy a confirmar.

- No se lo diré a nadie, por favor, tiene que ser usted, Che-

-Cállate, eres ruidoso- Interrumpió antes de marcharse- Vete, con este frío se te encojerán como pasas.

- ...

¡El valor! ¡La decisión! Todo fue arrojado con solo unas palabras de su ídolo, Cherry-sensei, el joven hombre en este momento estaba envuelto en un cálido abrazo de placer y excitación. ¿Cuáles pasas?

De todo modos, tenía que volver, no ganaría nada quedándose parado frente a una bonita cerca rosa. Hasta luego, bonita cerca. ¡La próxima vez te atravesaré!

Matchablossom Week 2022Donde viven las historias. Descúbrelo ahora