Kuroshitsuji Nueva Generación. (T/N X Sebastián)

PRÓLOGO

—Oh, mi dulce sufrimiento
¿Por qué te esfuerzas tanto?
Solo soy un ser sin importancia
Sin él estoy un poco loca
Estoy caminando sola en el callejón
Un último baile
Para olvidar mi imenso dolor
Quiero huir, para poder empezar todo de nuevo
Oh, mi dulce sufrimiento.
—Cantaba T/N deambulando por el gran jardín que yacía en la mansión de su padre, el perro guardian de la corona de Inglaterra, Ciel Phantomhive.

Miraba Ciel desde el gran balcón de su oficina, mirando cada paso que daba su pequeña sucesora, a un lado yacía su fiel acompañante, Sebastián, el mayordomo de la muerte.

—¡T/N! Ya es algo tarde para que estés fuera de tu habitación.
—Menciono una rubia acercándose y cargando a la pequeña.—
—¡Mami! ¡Aún quiero estar aquí! —Hacia berrinches la pequeña, agarrada del regazo de su madre Lizzy.—

La rubia solo sonrió, con su pequeño dedo índice acariciaba de arriba hacia abajo la nariz de la pequeña peli azúl, quedando ligeramente dormida con el caminar de su madre. Ciel alcanzó al par en el pasillo, regañando a Lizzy por segunda ocasión en el día, haciendo que Sebastián cargará de la pequeña T/N.

—¿Cuántas veces son en el día Lizzy? —Pregunto el conde, tomando la mano de su amada. —Estando embarazada no puedes cargar a T/N. Sebastián, arropa a T/N, llevaré a descansar a Lizzy. —La pareja beso en ambas mejillas a T/N, dándole las buenas noches.

El mayordomo asintió, llevando a la pequeña a su habitación, pero no lograría que el sueño de la peli azúl durase mucho tiempo, pues al sentir las manos frías despertó, mirando a Sebastián llevarla en brazos.

—¿No deberías estás ya dormida pequeña? —Pregunto Sebastián caminando por el gran pasillo, hasta llegar a la habitación.
—Papi es estricto con mi mami. —Cruzo los brazos simulando estar molesta.
—Lo hace por el bien de tu madre y tu futuro hermano. —Sebastian tomo una pequeña campana que yacía en la mesa de noche a un lado de la gran cama, llamando a Mey-Rin, para que cambiará de ropas a T/N.

Sebastián salió de la habitación al llegar Mey, entro torpemente, mirando a la señorita T/N sentada sobre la orilla de la cama.

¡S-Señorita T/N! —Camino la peli roja hacia la pequeña algo tambaleante. Al retirar la ropa, coloco la ropa de dormir a T/N, atando el cordón que sostenía en la parte de sus hombros.

Sebastián entro en cuanto Mey termino de vestirla, mirándose fijamente Mey coloco sus anteojos sobre su cabello, saliendo de la habitación. El mayordomo miro a la pequeña, la cargo nuevamente en brazos coloco la manta encima de ella, saltando por la gran ventana de la habitación, llevando a la pequeña a mirar el resplandor de la luna 500 metros sobre el suelo.

—¡Mira Sebastián! ¡Soy una mariposa! —Dijo la pequeña sintiendo la ligera brisa sobre sus mejillas, haciendo que la manta tuviera moviendo por aquella misma brisa.
—Este será nuestro pequeño secreto pequeña. —El mayordomo sonrió, dejando pasar un lapso de cinco minutos.

Mientras tanto, Mey, Finnian y Bard se hacían cargo de los invitados inesperados de aquella noche. Dándoles la bienvenida al estilo Phantomhive.