Meissa

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Quizás no me conozcas, pero yo sé quién soy. Soy Meissa... Meissa Villanueva.

Conocía a Skylar desde muy temprana edad. Nuestras madres Sussan y Zoe eran amigas desde la universidad. Nos criaron como si fuésemos hermanos de sangre, todo lo que Skylar hacía me parecía cómo si lo hubiese hecho un súper héroe, era 2 años mayor que yo, pero en inteligencia siempre le sobrepasaba.
Estabamos en nuestro penúltimo año de instituto. Teníamos tantas ganas de terminar y emprender un nuevo camino en la universidad y llegar a cumplir las metas que nos habíamos propuesto desde que estábamos en secundaria, pero lo que no se sabe es cuando nos llegará la hora, el momento ni el lugar de que nuestra alma parta a un extraño mundo fantasma donde no sé sabe sí realmente nos volveremos a encontrar con ese ser querido que perdimos, como yo perdí... a Skylar.

5 años atrás

Skylar no, mira que eres súper molesto cuando te lo propones
-intentó safarse.

¡Venga Meiss, no te enfades, sólo era una broma.
-Le acarició el pelo para tranquilizar su mal humor.

Ella se calmó y le dió un golpe leve en el hombro.

Estaban en su cafetería favorita, Le café de Mary. Allí se dispusieron a tomar su tarta favorita, la de arándanos con nata montada y un capuchino extra grande y bien cargado de azúcar. Estaban estudiando para un examen de biología avanzada cuando de repente llega Chase, el otro amigo de Meissa y menos apreciado de Skylar,pues esté piensa que Chase tiene malas intenciones con ella, pero ella está tan enamorada de él que no se dá cuenta de que la está utilizando para su popularidad, pues Meissa es una chica de cabello pelirrojo y una piel tan blanca y lisa como la porcelana, que es imposible no poder apreciar tanta belleza.

¡Que pasa chicos! -entró eufórico y todos le alababan como si fuese un dios griego.

Realmente es tan guapo! -dijo Meissa contemplando la llegada de Chase.

Pfff, ¡En serio! -Exclamó Skylar con desagrado.

Ya en la mesa de los chicos dice:

¡Hola Meiss!, ¿Qué tal estás? -le dijo lujurioso tocándole la mejilla.

¡Que estoy yo también eh! -le dijo metiéndose entre medias pero esté no le hizo caso.

Si si, tú también que ya te he visto idiota.
-le dijo sin importarle su presencia.

Valee. Chase, ¿Qué haces esta noche? Es viernes y creo que deberíamos desestresarnos un poco del estudio, ¿Qué te parece si vienes a ver una película conmigo? -Dijo toda anonadada pérdida en su belleza.

Meiss, si hemos quedado tú y yo para ir a ver el partido de Voleibol de Karla, ¿Se te ha olvidado? -dijo un poco molesto

Pero Chase puede venir con nosotros, tampoco pasa nada. -le invitó sin más.

Sky no dijo nada y comenzó a recoger sus libros, se dirigió al mostrador y pagó las tartas y los cafés y muy molesto salió de la cafetería.

Sky, vuelve! ¿QUÉ DIABLOS TE OCURRE? -le alzó la voz y salió de allí para encontrarse con él.

¡Déjame Meiss. Eres una egoísta. Sabes que no soporto para nada a ese estúpido, lleva años acosandóme y golpeándome desde primaria y tu lo adoras como sí solo existiese él, como sí en tu vida no hay más personas que te aman, como yo!
-soltó todo de un sopetón.

¡Sabes que él me gusta; quiero conquistarlo, quiero que sea mi novio.
Pero tú nunca me apoyas en mis decisiones, soy como una hermana pequeña para ti, y me sales con que me amas, no Skylar, estás equivocado, es todo un espejismo; no puedes amarme.
-le dijo sin ningún tipo de pudor, sin pensar que estas palabras lo iban a hacer sufrir.

Entonces, quieres que me aleje de ti por lo que veo. -le gritó.

Si, si, es lo que quiero, quiero que me dejes en paz! -fueron sus últimas palabras.

Bien. -no dijo nada más.

Skylar se dio la vuelta y no le dijo nada más a Meissa. Cruzó la calle, no vio a ambos lados, y su vida, terminó.

SKYLAR, NO! -lloró

Entre dos almasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora