Capítulo único

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Saitama tiene tanto poder y ha estado tan solo por tanto tiempo que me cuesta creer que nunca haya tenido pensamientos destructivos/pesimistas.

Espero que les guste esta cosa que escribí mientras escuchaba "Monster" de Imagine Dragons y "Amor Camaleón" de Coco Jadad.


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El aburrimiento es peligroso, es una tortura, nadie podría saber de eso más que Saitama.

Es un hueco que siente en su pecho, es la carencia de emociones que lo lleva cada vez a ver el día más parecido al anterior donde lo único que cambia es que él simplemente no deja de volverse más fuerte.

Aunque Saitama ya es demasiado fuerte, su entrenamiento diario no es más que una gota vertida en el inmenso mar.

Agua salada llena de vida, indispensable para la supervivencia del mundo entero.

Pero dentro de Saitama no hay nada de vida. Sus manos están llenas de sangre de monstruos, su cabeza está calva y su cuerpo se siente tan cansado.

Dormir nunca es placentero, leer mangas y ver televisión nunca es suficiente distracción. Hay momentos en las que hasta el aire le irrita.

Además, Saitama tampoco es indispensable para la supervivencia del mundo, porque sigue siendo un completo desconocido y ese mundo sigue girando, los pájaros siguen cantando y la gente sigue con sus vidas con normalidad.

Todo ese tiempo sin siquiera saber de él.

Todo este tiempo.

El mundo ya tenía héroes a los qué amar, él llegó tarde y ya no había espacio para personas como él.

Él tampoco es como ellos, nadie quiere a la gente calva y tonta. La fuerza no lo es todo para las personas. Ellos quieren un héroe estrella, no importa qué tan orgulloso o egoísta sea. El mundo los quiere.

Saitama no es nada de eso, probablemente nunca lo será, no puede permitirse ser libre de esa forma, él necesita límites en cuerpo y mente.

Por mucho que lo desee, él nunca podrá disfrutar de una buena pelea en ese mundo ni en ningún otro.

El denominador ese, el extraterrestre, ¿cuál era su nombre? Él es la prueba de que Saitama podría viajar durante décadas por el vasto espacio y nunca podría encontrar a un digno rival.

Todo lo que quedaba era esperar, porque la pérdida de millones de vidas humanas no vale el cumplimiento de un capricho.

Claro, porque eso sería egoísta y absurdo y Saitama simplemente no puede ser esa clase de héroe; él nunca tendría su club de admiradores, pero, de todas formas, Saitama nunca comenzó su entrenamiento por ellos. Él lo hizo para divertirse y acabar con los monstruos y así poder contribuir a crear un mundo sin maldad.

Pero, han pasado años y la maldad en el mundo no ha disminuido en absoluto.

Es como si, por cada pequeña pizca de bondad, el cielo se volviera más oscuro y más profundo. Tan profundo y agresivo como el mar.

Sin embargo, puede ser que esto no sea así y sólo sea Saitama el que cada vez pierde más y más luz y se hunde cada vez más y más y más en las profundidades de aquello que esconde el corazón de todo hombre desdichado y derrotado y consumido por la vida monótona, aquella carente de diversión, porque la vida ya nunca más volvió a ser divertida desde que consiguió esa fuerza.

Saitama es fuerte, él quiso serlo, pero...

Si Saitama hubiera sabido que "fuerza" sería todo lo que su cuerpo tendría y que eso mismo le haría perder todo lo demás, entonces tal vez lo hubiera pensado dos veces antes de seguir entrenando.

Cuando el Océano se MeceDonde viven las historias. Descúbrelo ahora