Capítulo 1

31 6 2
                                    

Capítulo 1

Me considero una persona con mala suerte, pero este día fue el peor de todos y creo que el de la mayoría también. Me desperté temprano, a las 5 am para ser exacto ya que me tocaba abrir el restaurante y hacer el inventario, mis compañeros y yo nos turnábamos para hacerlo así que hoy era mi turno; me tomo tiempo porque limpié el piso, acomodé sillas y también rellené los servilleteros, la ultima tarea de mi lista era sacar la basura del baño, así que salí y dejé las bolsas en la esquina de la calle para que el camión de la basura se las llevara; cuando me di la vuelta, me percaté que muchas personas levantaban la vista y hablaban preocupados.

-¿Es un eclipse?- dijo un muchacho. 

-No lo creo... lo habrían anunciado en las noticias - contestó una señora.

-Son las 7 de la mañana... ya debería... ¿no? - dijo preocupada una joven.

Cuando mencionó la hora, sin darme cuenta yo estaba revisando el celular y era correcto, eran las 7 am y en el cielo no había nada, solo estrellas, el sol no estaba.

-Tal vez sea la contaminación - volvió a hablar el muchacho.

-Aun si fuera eso, se vería nublado y no de noche - comentó la joven.

Después de eso nadie más habló, siguieron su camino con un semblante preocupado reflejado en sus rostros, de por sí el ambiente ya era raro, incomprensible y tenebroso. Yo tampoco sabia que estaba pasando o como tenia que reaccionar, saqué mi celular y empecé a revisar las páginas de noticias, mis redes sociales que por suerte todavía servían, en todas ellas estaba en trending topic el suceso, donde los hashtags eran: #¿dónde está el sol? # Fin del mundo #Día del juicio # Extraterrestres #La segunda venida # Experimentó múltiple... y muchos otros.

Traté de contactar a mis padres pero la llamada y los mensajes ya no entraron, el internet se había desconectado; en ese instante mi jefe llego temblando y con un abrigo enorme.

-No se lo qué pasa pero para ser un día de verano me estoy congelando, creo que estamos – 4 °C bajo cero...y ... -el jefe comentaba mientras se quitaba su abrigo.

-Señor- lo interrumpí - son las 8 de la mañana, el sol no a salido.

Se quedo callado por un momento y sin expresión alguna dijo: 

-Mi reloj me marca las 6 am, ¡mira! - dijo señalando su reloj de manecillas - ¿Me quieres volver loco? Estoy viejo pero muy cuerdo niño, ¡no quieras engañarme! -soltó una carcajada.

No le dije nada, yo sabia que mi jefe era un señor decrépito e incrédulo que por más que le pusieras las pruebas en frente de su grande nariz él dudaría de ellas.

-Espero que hayas terminado todos tus deberes, que pronto saldrá el sol y llegaran los trabajadores a desayunar.- dijo sin más.

-Si, terminé todo- contesté.

El asintió y se metió a su oficina. Este día no podría ser más caótico, lo más improbable que un científico podría decir era que el sol desaparecería, siempre decían que explotaría consumiendo a la tierra; y que finalmente se volvería una pequeña estrella como las que conocemos. Pero si ese proceso hubiera pasado en este caso, claro sin volverse una gigante roja, ¿no estaríamos en muchos problemas en este momento?

Antes de que siguiera analizando todo esto, como si el universo me hubiera escuchado, las luces se apagaron. Mi jefe salió gruñendo y dijo

- ¡Mierda! Pagué la luz antier...¡oh! es en toda la ciudad -dijo mirando la ventana - bueno sabia que no era mi problema. ¿No han llegado tus compañeros? Creo que les bajaré el sueldo.

Era el único tonto trabajando en un acontecimiento extraordinario; así que, tome mis cosas y salí mientras escuchaba al viejo gritar detrás de mi espalda diciendo que me despedía.

Mientras caminaba, solo los coches y personas desesperadas iluminaban las calles, yo no quería ocupar mi celular porque estaba a la mitad de su batería y lo necesitaría para subir las escaleras a mi departamento.

¿Que más puedo hacer? -Pensé - No creo que alguien pueda hacer algo al respecto...o eso creo.

Estando cerca de mi edificio, escuché unos gritos que provenían del contiguo; levanté la cabeza para buscar el sonido y eran dos siluetas de personas al borde del techo, que sin dudar saltaron. El ruido contra el pavimento fue tan fuerte que los coches cerca empezaron a sonar sus alarmas. Otras personas empezaron a correr cerca de los cuerpos alumbrándolos con sus teléfonos; yo me quedé inmóvil viendo la escena a lo lejos, sin cuestionar seguí mi camino, estando cerca del la entrada escuché gritos muy fuertes.

¡Se levantaron! ¡Es imposible! ¡Estamos en el infierno!

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: May 16, 2022 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

NI LAS ESTRELLAS TE ALUMBRARÁN Donde viven las historias. Descúbrelo ahora