Satan; [2]

coming out the closet

; Me desperté en mi habitación. Hacía calor, al contrario que en el closet. Mi cuerpo dolía y mis ojos apenas podían mantenerse abiertos.

"Bien, al fin despertaste."

Me giré al lado izquierdo de la cama. Allí estaba Mary de pie, con los brazos cruzados.

"¿Cómo llegué hasta aquí?" Pregunté.

Ella respondió "Tu tiempo en el armario se terminó pero te desmayaste. Mamá y yo te trajimos hasta aquí. Papá se fue a la iglesia."

Intenté levantarme, pero sentí cómo mi cuerpo ardía. No podía mover ni un músculo.

"No intentes moverte, Zachary. Podrías hacerte daño." Ordenó Mary.

Hice lo ordenado y me tumbé de nuevo. Hubo unos segundos de silencio incómodo, hasta que rompí la calma.

"¿Abortaste al bebé?" Pregunté.

Mary suspiró revolviendo un mechón de su pelo.

"No, todavía sigo embarazada." Confesó.

El alivio me inundó cuando escuché su respuesta.

"¿Lo sabe alguien? ¿Aparte de mí?" Continué.

"Sólo tú, y el Señor, por supuesto." Dijo ella.

"¿No se entristeció?" Inquirí.

Negó con la cabeza y observé la pequeña curva que se formaba en su vientre. ¿Qué haría cuando tuviera la barriga más grande?

"Ese chico. Gage. Significa mucho para ti, ¿no es así?" Habló Mary.

"Sí, me importa mucho. Es mi mejor amigo." Respondí.

"¿Y qué pasa con James?" Volvió a preguntar.

Me encogí de hombros. "Supongo que no es un buen amigo."

Hubo una larga pausa después de aquello. Mary me arropó con el edredón y apagó las luces. Me dio un suave beso en la cabeza.

"A veces, la familia que tienes no es la que más te quiere. A veces, es la familia que tú haces. Recuerda esto Zachary." Dijo Mary.

Esas palabras viajaron por mi mente toda la noche.