No se cómo he caminado. Me duele la cabeza y estoy mareada. Pero he llegado al cementerio.
Se supone que debería odiar estos sitios, pero, me agradan. No hay ruido. Son un buen lugar para estar calmado. Me siento mal al interrumpir su quietud con mi llanto.
Si él no se hubiera ido, hubiéramos pasado tantas cosas.
Caigo, con las manos aferradas en unas rejas. Las flores se han vuelto a caer.
"Y seguí mirando a Niall sin ninguna expresión. ¿Qué me acababa de decir?
-Dilo otra vez- susurre.
-Quiero que te cases conmigo- repitió, agarrando mis manos entre las suyas.
Iba a llorar estaba segura de eso. ¿Qué había hecho en mi otra vida para merecerlo? Dios, eso era un sueño, un muy buen sueño.
-Niall por Dios, claro que sí, pero, tienes veinte y yo diecinueve.
Sonrió.
-Pequeña Aurora, siempre pensando en la edad.
-Niall...
-Casémonos en el 2015.
-Usare un vestido lila.
-Yo un smoking naranja.
-El cura usara un traje verde neón.
-Llevaremos a un perro de guardia.
-¡Nuestra luna de miel será en el desierto!
Los estallamos en carcajadas. Este era el mejor momento de mi vida. ¿No podía quedarme a vivir en él?
-No te dejaran casarte con vestido lila- dijo Niall.
-No puedes usar a un perro como guardián, Niall.
-El cura no puede usar verde neón- replico él.
-¡El desierto es demasiado caluroso para una luna de miel!- grite mientras jalaba mi cabello.
-¡Dios, te amo!- gritó el, antes de abrazarme.
Una de mis cosas favoritas en el mundo, eran los abrazos de Niall. El mundo podía colapsar, pero si estaba abrazando a Niall, me importaría un bledo.
-Niall, te amo.
Bien, era la primera vez que lo decía, y se sentía tan bien.
El besó mi frente. Me abrazó más fuerte. Y creo que si había un momento más feliz."
Es demasiado. Suelto las rejas y caigo sobre mis rodillas. El mareo aumenta. Y vomito sobre toda la acera.
Las rosas, ¿Dónde están las rosas? Busco a tientas las flores, hasta que las toco, pinchándome con las espinas. No me importa. Tengo las rosas, tengo las rosas. Niall me dio estas rosas.
No entiendo cómo, me levanto, floto. Paso por la entrada principal.
Todo es tan borroso, las lapidas, el césped, flores marchitas. Lamentos, gritos. Giran a mí alrededor, me pierdo.
Necesito encontrar la tumba de Niall. Necesito encontrarlo a él. ¿Dónde estás, cariño? No te pierdas, por favor.
Los nombres de las lapidas, solo giran a mi alrededor, se burlan de mí, me destruyen, me debilitan, no encuentro a Niall. Y las lapidas se siguen burlando, sus voces lastiman mis oídos. Basta, en serio, basta.
Y veo su nombre. Está en frente mío.
Y es como si me desplomara, en el suelo. Cerca de él. No está, ya no está.
Me arrastro. Su nombre, parece estar lejos. Lo necesito.
Su nombre me lastima también. Creo que también escucho su voz.
¿Niall, donde estás?
Una vez estuvimos separados, pero yo sabía que lo vería pronto, él también lo sabía. Solo necesitábamos un avión y ya está.
Pero ahora se fue. No está conmigo, lo necesito.
La lapida está muy lejos, se aleja y se acerca. Me arrastro un poco más, lo suficiente para que mis dedos toquen la superficie fría. Niall no era frío.
Niall era bueno, y cálido. Cuando estaba triste, el me abrazaba, y él podía soportarme, y me quería.
Grito, suena como si mi garganta se desgarrara, como el día en el que Niall me dejo. Mi cabeza cae en la tierra. No me importa, vuelvo a gritar contra el suelo, lloro otra vez.
Y él me había dicho que no llorara por él, pero es estúpido, él hubiera llorado por mí. Me pidió algo imposible, y quisiera enojarme con él por eso, pero no puedo.
Sin fuerzas, levanto un poco la cabeza, y con los dedos recorro las últimas palabras, yo quise que las pusieran.
"Para siempre es mucho, una relación dura poco, no hay definición para lo nuestro, te amo".
Una vez él me dijo eso, después yo comente que parecía parte de un maldito libro romántico, nos reímos a carcajadas, y él me beso.
Y sé que eso no volverá a pasar.
Grito ahora más fuerte, me importa una mierda si alguien me escucha. Él ya no está.
Giro para caer sobre mi espalda. Empieza a llover.
Una de las últimas cosas que me dijo fue que estaría conmigo en la lluvia.
-¡Maldito cínico!- grito al cielo.
-¡Hijo de puta, mal nacido! ¡Me dejaste!
Y no sé si me esté escuchando o le estoy hablando a la nada.
No, él no me puede abandonar, porque no lo soportare y me dejare caer al vacío.
El agua empapa mi cara, alrededor se forma lodo, un charco.
Y yo lo quería tanto.
Recuerdo una canción que él me escribió, estábamos lejos, y eso nos unía.
-¡Estúpido rubio!
Rio histéricamente. Y vuelvo a llorar. Sollozando sonoramente.
-Right now...- canto desafinadamente por el llanto-...I wish you were here with me.
¿Por qué no le haces caso a la canción, Niall?
El charco de lodo se hace más grande. Y sigue sin importarme.
¿Por qué te fuiste?
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Right Now |n.h au
Short Story"Cuando lo veo a los ojos, pienso en las estrellas, y creo que está bien".