Jay no está muy contento con la idea de su omega yéndose tres días enteros a Busan por el baby shower de su prima (y saludar a su familia), pero no puede hacer nada para detenerlo ni mucho menos acompañarlo. No puede abandonar la cuidad por cuestion...
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🎃🍼
— Uhm, cachorro... — El alfa lo miró atento cuando Jungwon lo llamó con una voz suavecita. El omega estaba observando a la cachorra en sus brazos, quién tenía el ceño arrugado y las manos buscando algo sin fuerzas recién despertando de su pequeña siesta. Se veía un poco molesta, quizás irritada por algo, pero Jungwon se mantuvo solo mirándola con ojos fijos y una mano jugando con su ropita que le había dado el hospital. Era adorable, un enterito blanco que le quedaba un poquito grande, decorado con biberones y diminutos dinosaurios, envuelta en esa manta amarilla que ahora olía al cachorro y a ellos.
— ¿Pasa algo, mi amor?
— Creo... creo que tiene hambre. Mi lazo siente algo, no sé...
— Oh, entonces dale de comer.
El omega alzó la vista hacia él, frunciendo el ceño. — ¿Qué se supone que haga?
—¿Amamantarla? ¿Es una pregunta trampa?
— No tonto, tengo que amamantarla... así que... tengo que... ya sabes — un poco incómodo se miró el pecho, esperando que lo entienda. Pero el alfa solo asintió, sin moverse, expectante. — ¡Tengo que descubrir mi pecho!
— Sí, ni modo que beba lechita por la ropa.
—Estúpido, me refiero a que me da vergüenza que me veas, date la vuelta.
