Capítulo 01- Fémina descontrolada
Sus ojos me llamaban, sus labios moviéndose de una manera sincronizada me cautivaban, su voz seca hacía que me desvaneciera en el aire. ¿Desde cuándo me sucedía esto? ¿Desde cuándo mi corazón había empezado a agitarse tan fuerte? ¿Desde cuándo yo tenía sentimientos de este tipo?
La primera vez que lo vi recuerdo que apenas y llegaba de estudiar. Él se encontraba allí, en el ascensor, con la misma cara de siempre, tan seria que parecía que estaba pensando en algo importante cuando en realidad solo pensaba qué comería en el almuerzo.
Aquella vez solo cruzamos miradas. No hubo ni un "Hola", ni un "Buenas tardes", ni una palabra que me permitiera escuchar su voz. Ambos estábamos en el mismo lugar, en el mismo ascensor, respirando el mismo aire, pero a la vez parecíamos tan ausentes que para cuando se abrieron las puertas parecía que había pasado una eternidad. Aquel joven salió del ascensor como si nada, como si no hubiera notado mi existencia. Hasta ahora no entiendo qué esperaba en aquel momento, al fin y al cabo éramos dos desconocidos parados en un mismo lugar. Esa vez solamente me había ilusionado sin motivo alguno. Conclusión del caso: No lo volví a ver
Transcurrieron dos años de aquel encuentro y hasta hace dos semanas atrás lo volví a ver. Pasó cuando había decidido ir con mi familia a un restaurante que recién había aperturado para celebrar mi ingreso a la universidad. El lugar era muy elegante y lujoso. De hecho, contaba con una infraestructura moderna muy bien elaborada pero eso no fue lo que más llamó mi atención.
No.
Fue él.
Estaba a unos metros de mí parado frente a una barra con su bandeja llena de platillos a repartir. Yo no lo podía creer, tenía el corazón congelado. Él lucía muy bien, el uniforme le asentaba y al igual que hace dos años lo encontraba interesante. No podía despegar mi mirada de donde estaba, deseaba que me mirara y que por primera vez pudiésemos hablar. Anhelaba porque notara mi existencia y mantuviéramos contacto. Tristemente, no pasó. Él se dio la media vuelta y siguió con su trabajo.
Pero no me rendiría, estaba segura que si no aprovechaba esta oportunidad única dada por el universo me iba a arrepentir por lo que a lo largo de la noche esperé encontrar un momento o alguna excusa que me permitiese acercármele.
Él iba y venía mientras que mis papás y yo degustábamos de la comida del lugar. Había pensado en algunas maneras de acercármele pero ninguna era adecuada. Es decir, involucraba platos rotos o escenas algo escandalosas como toparme con él adrede, meterle cabe*(1) o simplemente fingir que me atoraba con algún alimento. Todas malas. Quería su atención pero no a costa de que me odiase por originarle problemas o haciéndome quedar en ridículo. En verdad, estaba comenzando a entrar en desesperación. No se me ocurría nada y en algún momento iba a tener que retirarme del lugar.
Hubiese sido más fácil si tan solo él hubiera atendido mi mesa. Me habría visto y al menos le hubiera hablado un poquito pero no, la gentileza del destino no llegó hasta ese punto. Estaba tan indecisa que ya ni sabía si debía interrumpir su jornada de arduo labor con mis pobres intentos de llamar su atención. Así que, pese que estaba dicho que lo mejor sería que no hiciese nada que le haga perder su tiempo igual lo haría solo por esta ocasión.
— Padre, regreso en un momento. Ocupo el servicio — le dije sutilmente a la vez que me dirigía a los baños. Una vez ahí me terminé de armarme de valor para hacer lo que tenía planeado. Le hablaría directamente. Era mi último y único recurso decente por así decirlo. Probablemente le diría algo como que me resultaba interesante y deseaba conocerlo. En verdad esperaba con todas mis fuerzas no quedar como una demente aunque la idea de por sí ya era nefasta pero pese a ello salí del baño muy decidida.
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Alzando Vuelo
ChickLitAlmudena es una chica muy enfocada en sí misma y en lo que desea alcanzar. Suele estar tan centrada en ello que se olvida que existe algo llamado vida y sociedad. Digamos que su fuerte no es pensar en los demás, tal vez es algo egoísta pero ante el...