Derrumbe

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Estoy tomándome el pecho y solo puedo percibirme como una tercera persona en la habitación.
En una mano yace mi teléfono con las últimas palabras de nuestra conversación.
-¿Es definitivo?
-Sí.
-¿Ya no me amas?
-Sí, pero ya no siento lo mismo.
-¿Hay alguien más?
-Algo así. *Foto*
Es otra chica. A pesar del filtro se le ve alguien noble, con ojos verdes. Desde ese momento no me quité la otra mano del pecho. Mis ojos cansados, con ojeras, con problemas de lagrimal, córnea y afectados 24/7 con mis alergias ya no serían "Los ojos más lindos que haya visto" sería ella "la niña de sus ojos", con justa razón. Yo no podría competir contra eso.
Al final del texto había escrito:
-Pero recuerda que siempre serás el amor de mi vida.
No respondí a ello. Coño, ¿cómo puedes decirle eso alguien cuando lo estás dejando por otra persona? Cómo puedes pretender que te crea si cambiaste 7 años de vida juntos por 3 meses de conocerla.
Me reduje a eso. El siguiente pensamiento que pasó por mí mente es (y desafortunadamente se sigue quedando, 7 meses después) si esta persona que juraba quererme puede decidir ya no saber de mi ni amarme luego de 7 largos años por otra persona que conoce de meses. Nada ni nadie querrá quedarse conmigo nunca porque es obvio que no valgo la pena ni la alegría.

No love story Donde viven las historias. Descúbrelo ahora