Inspector de policía, esa era la gran carrera de Xiao Zhan. Era listo, su escuadrón lo era, todo iba tan bien en su vida, pero escondía algunos secretos, como todo el mundo. Grande fue su sorpresa al escuchar el nombre de su hermano en su sala de re...
—Hola Cheng, cuanto tiempo ¿No?—le dijo una voz animada desde el otro lado de la línea.
—Hola Lu, sí... a pasado tiempo. Pude que suene raro, pero necesito que atiendas a un chico, no quiero dar muchos detalles por teléfono... ¿Podrías venir? Te pagaría bien y eso, pero ven por favor—le rogó.
—Tranquilo, no hace falta que me pagues nada, tan solo mándame la dirección y voy—le dijo con tranquilidad. Haciendo que el Wang bajara sus hombros de la presión que sentía hace segundos.
—Lo mejor será que te envíe a una cafetería, después de eso, te recogeré—le explicó con más dureza en la voz.
Escuchó un asentimiento por la otra línea y sonrió por lo bajo.
—Ahora nos vemos—susurró antes de colgar—. Ya tenemos enfermera—les avisó a los contrarios.
—Como haga algún movimiento raro la mataré—le amenazó el Wang detrás de su espalda.
—Yo que tú, no le haría nada a ella, no querrás tener a su novia de enemiga—le dijo mientras se giraba para verle el rostro—. Y mejor vigila el estado de Song Ji Yang en vez de estar amenazando al aire. Otra cosa más, no te creas invencible por tu forma de hablar y actuar o, sino un día de estos te caerás de tu propio reinado—le dijo mientras chocaba su hombro contra el contrario.
Si aquello ya era tenso en ese instante no se podía ni respirar. Aunque nada de eso era lo más importante, era que Song Ji Yang fuera tratado debidamente.
Wang Zhou Cheng envió la dirección y se fue del apartamento y todos tan solo se quedaron sumergidos en un silencio completo. No había nada que decir. Ni nada que hacer, tan solamente esperar por la ayuda.
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Los ojos de aquel joven solamente miraban la pared, no había brillo, no había nada, su aspecto era deplorable, su color de piel había decaído a tal grado que parecía blanco como la nieve, sus labios estaban resecos, algunas heridas estaban abiertas, otras con sangre seca, las costras picaban, se las quería arrancar, quería arrancarse la piel, su alma. Todo su ser. Porque aquello era su muerte.
Aquel hombre lo miraba con un amor enfermizo, con una sonrisa de oreja a oreja, repitiendo las mismas palabras, de las cuales él decía que eran por su felicidad. Pero porque Xiao Zhan sentía que eran de su cadena perpetua junto a él.
Jackson Han se acostó junto al Xiao, acariciando el pelo del menor, parecía mimarlo, lo cuidaba de una forma protectora. Y aquello asqueaba al contrario.
—Ya vuelves a ser mío, y dentro de un par de semanas estarás embarazado—le dijo con felicidad.
Xiao Zhan tragó saliva al momento de escuchar aquellas palabras, un bebé, sonaba tan extraño, pero no podía concebir, aunque aquel hombre pensara que sí, era infértil, aquel secreto se lo llevaría a la tumba.
En su ficha médica aparecía que era un doncel muy fértil, pero aquel médico clandestino le dijo todo lo contrario.
—Xiao Zhan, nunca más podrás estar embarazado—le dijo antes de darle un apretón de hombros y salir del lugar.
Aquel recuerdo hizo que apretara los puños, pero nada le podría decir al contrario. Era fértil para los demás, para él no. Jackson Han puede que lo matara al descubrir ese secreto, pero si era posible nunca abriría los labios ante ello.
—Xiao Zhan es la tercera vez que te llamo, préstame atención—le dijo el Han.
Xiao Zhan por su parte, asintió con la cabeza, sellando sus labios y tan solo mirando al contrario.
—Buen chico, como te decía, después de que tus heridas sanen lo suficiente como para que no se vean, podrás ir a ver a tu hermano. Pero voy a estar contigo todo el rato—hizo una pequeña pausa, pasando saliva—. Aunque podrías hablar con él por teléfono, no me hace mucha gracia que esté encerrado en un piso con esos escuadrones y posiblemente mi hermano. Dile que estás bien y todas esas mierdas, vamos, lo que dicen los hermanos—le dijo antes de darle una pequeña palmada en la mejilla.
Xiao Zhan no supo que hacer, su familia lo estaba buscando, y eso le hacía sentir emocionado, pero, por otra parte, no sabía que sentir al saber que Jackson Han sabía todo lo que hacían los contrarios.
°°°°°°°°°°°°°°°°°°°° Hola a todo el mundo que lea esta historia. Quería hacer un mini esquema de las relaciones de los personajes, he intentado hacer lo mejor posible y este ha sido el resultado:
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Morado: Hermanos, aunque no de sangre.
Rojo: Relación mala.
Blanco: Algo pasa en esa relación.
Azul oscuro: Vínculo muy fuerte, no al grado de hermanos, pero fuerte.
