Cena

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— Déjame ayudarte con el equipaje, padre. — Dijo la señora Yang, tomando las maletas del señor Jeon para llevarlas a la habitación que le correspondía, la cual estaría lejos de la de Jungwon. 

— ¿Dónde esta Yang Jungwon? — Inquirió, viendo a sus alrededores en busca de su nieto. — ¿No va a venir a saludar a su abuelo? 

— Hola señor Jeon. — Dijo Jungwon, recalcando el "señor", haciendo una reverencia al hombre, quien sonrió. — Acabo de llegar de la escuela, si me lo permite, me retiro a mi habitación

Y sin decir más, paso al lado del señor Jeon con la frente en alto, con el solo objetivo de ir a su habitación, sin impórtale la visita de su abuelo, no tenía ánimos de soportar sus discursos clasistas y de superioridad. 

Solo tenía un pensamiento en mente: Lee Heeseung.

Esta noche era la cena, era viernes y Jungwon estaba ansioso porque llegara la noche, quería dar una buena impresión a la familia de Heeseung, así que escogería una buena ropa, le preguntó a Heeseung si debería llevar un regalo, pero este le dijo que no.

Cuando la noche llegó, el castaño se aseguró de estar presentable y con buen porte, el chofer se encargó de llevarlo hasta la casa del pelinegro, las cosas con sus padres se arreglaron teniendo el acuerdo que regresaría a dormir.

...

— Que bueno que hayas podido venir. — Sonrió el señor Lee a Jungwon. — Estoy realmente feliz que tu y Heeseung sean buenos amigos ahora.

— Bueno, tal vez era necesario un par de golpes para que se acercaran. — Comentó No Eul. — Eso dijo mi padre, los niños necesitan golpearse para acercarse, aunque creo que los golpes nunca serán una buena solución.

Aunque era cierto, Heeseung y él se habían acercado después del golpe que el chico (el cual ya no se acordaba del nombre) golpeara a Heeseung, pero entre ellos no hubo golpes, no que él recuerde, siempre fueron meros insultos.

Aun así no estaba orgulloso de esos insultos.

— Bueno, no fue tan necesario los golpes. — Murmuró Heeseung con una sonrisa, acariciando la mano de Jungwon bajo la mesa.

— Bien entonces, por favor Jungwon, disfruta de la cena.

— Lo haré, señor Lee.

...

— ¿Dónde rayos esta Yang Jungwon? — Preguntó molestó el señor Jeon, viendo de forma intimidante al esposo de su hija. — ¿A caso no vendrá a cenar a casa?

— Esta en casa de un amigo, tuvo un compromiso y no lo pudo cancelar. — Explicó el señor Yang, comiendo tranquilamente, intentando disimular los nervios que sentía ante el señor. — ¿Por qué?

— ¿Cómo que por qué? ¿A caso no pones reglas? ¿Por qué se fue con su amigo cuando su abuelo esta aquí? — Gruñó.

— Yo pongo reglas en mi casa. — Habló el señor Yang, harto de como el señor Jeon lo trataba. — Y él las respeta, yo le di permiso de ir, no hable acerca de mis métodos de crianza ni tampoco ponga en duda mi autoridad, yo siempre velaré por la felicidad de mi hijo y de mi esposa, ahora, ¿Podemos continuar la cena con tranquilidad?

...

— ¿Hasta cuando tienes permitido quedarte? — Preguntó el pelinegro, subiendo las escaleras para ir hacía su cuarto y jugar con Jungwon, que era lo que siempre hacían cuando este iba a su casa. 

— No tan tarde, antes de las 10.

— Son las 9:30, nos queda media hora, ¿Qué quieres hacer? — Preguntó con una sonrisa, acariciando los cabellos castaños de su novio.

— Lo que sea mientras sea contigo. 

Heeseung soltó una risa nerviosa e ingresaron al cuarto para prender la televisión y jugar un rato, el tiempo cuando ellos estaban solos pasaba rápido, disfrutaban al compañía del otro, cuando estaban juntos nada importaba.

Gracias a eso muchas veces fueron descubiertos, pero no les importaba, pero ahora que el señor Jeon estaría en casa sería más complicado, no había problema el fin de semana, pues Heeseung estaba en la casa de su padre.

Pero los otros dos días serían un problema.

— Nos vemos mañana. — Dijo Heeseung, depositando un beso en los labios del menor. — ¿Vendrás a mi casa, no es así?

— Claro, yo vendré. — Sonrió. — Nos vemos mañana.

— Hasta mañana.

Jungwon subió al carro con una sonrisa en su rostro, reposando su cabeza en la ventana del vehículo y cerrando sus ojos, quedando dormido por lo cansado que había sido la cena, había jugado con la hermana de Heeseung y también con el pelinegro.

Minji y él se llevaban muy bien, se habían vuelto muy buenos amigos y cuando iba a la casa de Heeseung él pasaba a saludar a la hermana del mayor.

— Llegamos Jungwon. — Dijo el chofer, haciendo que este se levantara y saliera del carro.

Estaba casi arrastrando sus pies debido al cansancio, no era tan de noche pero esa cena lo canso mucho, entro a la casa junto con el chofer, quien de igual forma estaba cansado.

— Gracias por traerme. — Dijo Jungwon, haciendo una leve reverencia al hombre.

— ¿Por qué le agradeces de algo que es su trabajo? — Escuchó la voz de su abuelo, al voltear lo vio en el sofá de la sala, viéndolo directamente. — ¿Por qué te fuiste a otra parte en vez de estar conmigo?

— Le agradezco porque él ya debe tener sueño, estar conduciendo de un lado a otro igual todo el día igual cansa. — Gruñó, el chofer ya se había ido sin querer presenciar lo que pasaba. — Y me fui porque se compromiso lo tenía antes y no podía cancelarlo y tampoco quería cancelarlo, si me disculpas tengo sueño, con su permiso, descanse señor Jeon.



Niño mimado - Heewon (EDICIÓN)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora