-¡Baby mira! - volteas la mirada ante ese lindo apodo que Bloo amaba decirte. Encontraste a Bloo sentado en la sala con Max dentro de su sudadera. Son reíste de ternura, Max se veía tan cómoda adentro de su sudadera y tan tranquila de que le hiciera mimos. -Oye, yo también quiero que me hagas mimos - volteo a verte divertido, se levanto del sofá y con Maxi aun en sus brazos llegó hasta donde estabas parada, te sonrió paso una mano por tu mejilla y te atrajo a él. Te dio un beso, al principio tranquilo, despacio, con ternura y paciencia, no había ningúna prisa, pero de un momento a otro sus labios sonrieron sobre los tuyos y empezó a besarte con más intensidad, un pequeño gemidos se había escapado de tus labios cuando un gruñido los regresó a la realidad. Max estaba entre ustedes y de la cercanía de sus cuerpos no habían notado que la estaban aplastando. Ambos sonrieron y le pidieron disculpas a Max, aunque ella solo los ignoró hasta que le dieron uno de sus alimentos preferidos.
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