SPITFIRE¹ | the walking dead

⠀⠀⠀𝒐. prologue

❝ No puedo escapar de este infierno. Lo he intentado tantas veces. Que alguien me saque de esta pesadilla. ❞

Cretinos, caminantes, humanos sin cerebro pero que deseaban tanto a uno que comerían a través de la carne y los huesos sólo para conseguir su sabor... como quieras llamarlos. Esas cosas salieron de la nada; eliminar la civilización hasta la ruina y sobrevivir era lo único que importaba ahora.

Cuando empezó, sólo había susurros. Las noticias contaban alguna que otra historia sobre caníbales en una ciudad importante. Luego, la misma historia apareció en otro canal en todo el país y luego en todo el mundo hasta que la misma historia estaba en todas partes y se vieron obligados a darse cuenta de que esto era real.

Los susurros se convirtieron en pánico total una vez que se hizo el anuncio. No había cura, no había nada más que encontrar refugio.

Era un virus que se había extendido entre la población. Una fiebre, al principio, que quemaba tanto que morías en un par de días. Luego, cuando llevabas mucho tiempo muerto y tu piel estaba helada, algo se encendía. Como un motor que se reinicia sin que haya saltado.

Los militares entraron en los hospitales, tratando de eliminar incluso la posibilidad de infección. Tenían armas de fuego y nadie podía detenerlos.

Luego, cuando la cosa se puso realmente mal, no hubo nada.

Las transmisiones de emergencia se mantuvieron en bucle, con la misma llamada al santuario que no conducía a ninguna parte, sonando a través de los altavoces. El Presidente dejó de hacer anuncios después de ser mordido en medio de uno y pronto declarado muerto. Después de la caída de Internet y de las líneas telefónicas, las calles estaban en absoluto silencio, excepto cuando los infectados venían a buscar comida.

Los infectados no podían hablar. Sólo refunfuñaban, gemían y apestaban a muerte. Si no te tapaban los oídos con sus gemidos lúgubres, tu nariz estaba llena de carne rancia y tus ojos empezaban a llorar (por el miedo o por el olor, nadie estaba seguro).

Ahora sólo quedaba sobrevivir. Correr hasta que se te lastimaran los pies, reprimir el dolor hasta que estallase como una maldición y lo destrozase todo y sólo parar cuando no hubiese nada más. Cuando no son sólo todos los que están alrededor los que están muertos, sino tú mismo también.