Hola, soy Laia. Tengo 18 años y bueno... no soy una chica normal. Tengo una enfermedad sin cura, la fibrosis quística. Muchos os preguntaréis que qué es eso, pues os lo explico. Mis pulmones no funcionan al 100% como todos, sino al 33%. Los médicos están intentando que me lleguen unos pulmones nuevos para poder ponermelos y que pueda vivir algunos años más. Por ahora estoy aguantando mucho pero de vez en cuando me entran ataques de respiración y me tienen que poner oxígeno artificial. Vivo la mayoría de mi vida en el hospital. Las enfermeras me conocen más que mi propia familia y todos mis amigos los tengo aquí quitando a Valeria, mi mejor amiga. Valeria ha estado conmigo desde que teníamos 12 años y siempre que me tenía que venir al hospital ella venía la mayoría de los días a visitarme.
Ahora mismo estoy en el hospital. Llevo una semana aquí porque empecé a toser mucho y mis padres me trajeron rápido antes de que fuese a más. Los médicos me dijeron que tenía mocos en los pulmones y que por eso tosía mucho y de vez en cuando respiraba mal. Ya está todo controlado pero me tengo que quedar un par de días más para que me tengan controlada.
-¿Puedo pasar?-me preguntó Alicia, mi mejor amiga del hospital. Ella también tiene fibrosis quística y la mayoría de las veces estamos juntas en el hospital.
-Si, pasa-la respondí y ella abrió la puerta y pasó. Se sentó en el sillón de al lado de mi cama.
-¿Vamos a ver que hay hoy por el hospital?-me preguntó-. Que tenemos que disfrutar de los dos días que nos quedan juntas.
-Venga vale-la contesté-. No tengo nada mejor que hacer la verdad-nos reímos.
Me levanté de la cama y salimos las dos de mi habitación. Estuvimos andando por el pasillo de nuestra planta y nos paramos a hablar con algunas enfermeras que nos preguntaron como ibamos. Llegamos al ascensor y llamamos. Cuando se abrieron las puertas entramos dentro.
-¿A donde vamos?-me preguntó.
-Dale al uno-la dije y obedeció.
En la planta uno estaban las revisiones. Solían hacer pruebas para ver si todo iba bien en el cuerpo.
El ascensor se paró y se abrieron las puertas, nosotras salimos por ellas. Andamos un poco hasta que mi amiga se quedó parada mirando a un sitio. Más bien a un chico. Me di la vuelta y la miré.
-¿Que pasa?-la pregunté pasando mi mano por su cara para que me hiciese caso.
-Tia que es Pedri González-me dijo susurrando y la miré extraña-. ¿No sabes quién es?
-Pues no-la dije directa.
-Tia venga, no me fastidies. Pedri González, jugador del Barça-me contestó.
-Lo siento tía, pero que es que no sé quien es-la dije y suspiró.
-¿Podemos pasar por delante de el?-me preguntó mientras que me hacía una señal de por favor con las manos.
-Bueno venga, vale-me acabó convenciendo.
Me agarró del brazo e íbamos andando como dos viejas. La verdad que estábamos haciendo un poco el ridículo. Le miré y vi como él me miró y sonrió.
-Tia que nos ha mirado-dijo mi amiga ilusionada cuando nos alejamos de él.
-Madre mia, que no pasa nada-la dije pero ella seguía como loca.
Entendía que era futbolista y tal, pero tampoco había que ponerse tan tan loca. Hay veces que no la entiendo.
Nos volvimos cada una a nuestra habitación ya que iban a ser las horas de las visitas.
Entré en la habitación y me senté en la cama. Cogí mi móvil y abrí instagram. Busqué a Pedri y ostia... era bastante guapo. Llamaron a la puerta de mi habitación así que dejé el móvil y les invité a entrar.
-Buenas, buenas-me dijo Valeria entrando por la puerta con mi madre detrás. Las dos me dieron un abrazo que yo agradecí un montón.
-Hola cariño-me dijo mi madre acariciándome la mejilla con su dedo pulgar-. ¿Que tal te encuentras hoy?
-Pues estoy bien mamá-la sonreí-. Haber si me puedo ir ya a casa con vosotros.
Nos quedamos hablando las tres un poco hasta que una enfermera abrió la puerta y entró.
-Laia, un chico quiere hablar contigo-me dijo y yo me extrañé.
-Mm... vale, dile que pase-la dije y ella asintió.
-Nos salimos, luego nos cuentas-me dijo mi madre y ella y Valeria se salieron de la habitación.
Nada más salir entró el chico que habíamos visto en revisiones.
-¿Puedo pasar?-me preguntó y yo asentí
-Sientate-le dije mientras le señalaba el sillón. Él hizo lo que le pedí.
-Mm... hola, soy Pedri-se presentó-. Te he visto que has pasado por la planta de revisiones y me apetecía pasar a saludar a los pacientes-me reí con un poco de vergüenza.
-Yo soy Laia, encantada-le dije y me levanté para darle dos besos.
-¿Porque estás en el hospital?-me preguntó y me puso su mano en una de mis rodillas.
-Tengo fibrosis quística-me miró extrañado.
-Lo siento, no sé lo que es eso-me respondió con vergüenza.
-No te preocupes-me reí-. Es una enfermedad que es que mis pulmones solo funcionan al 33%-me miró apenado.
-Oi lo siento mucho-me dijo y me abrazó. Le seguí el abrazo-. ¿Y no tiene cura?-negue.
-Solo necesito unos pulmones nuevos para poder sobrevivir unos años más-le respondí. Él estaba muy atento a todo lo que le estaba diciendo-. Bueno, hablemos de otra cosa. ¿Tú porque estabas aquí?
-Venia a revisión de la rodilla. Me lesioné en un partido y tengo que venir durante bastante tiempo-me comentó y yo asentí.
-¿No puedes jugar?-le pregunté y él negó-. Lo siento, no entiendo mucho de fútbol-nos reímos los dos.
-No te preocupes, con que seas del barça me sirve-se rió.
-Mi familia es del barça, así que bueno.
-Creo que va a ser la hora ya de irme-me dijo y se levantó del sillón-. Ha sido un placer conocerte Laia.
-Oye, ¿antes de irte podrías ir a la habitación 215?-le dije-. Es que mi amiga es muy fan tuyo y la haría mucha ilusión conocerte.
-Vale-me respondió y fue hacia la puerta-. Antes de irme, ¿me das tu número? Y así hablamos.
-Vale-cogi mi móvil y le di mi número de teléfono. Después se fue y yo me volví a tumbar en la cama.
La enfermera me había comentado que mi madre y Valeria se fueron mientras que yo hablaba con Pedri.
Y hablando de Pedri. Es muy buen chico. Es majo, agradable, gracioso... y bastante guapo la verdad.
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Holiii!! Aquí tenéis el capítulo 1 de esta historia. Tengo muchas ideas en la cabeza y creo que va a quedar bastante bien. Por ahora me está encantando escribirla. Espero que tenga muchísimo apoyo como las otrasPodéis meteros en mi perfil: hshshshsdhshshshs y ver las otras dos historias que tengo. Disfrutad del capítulo. Osq ❤️
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Lo que curó la enfermedad [Pedri González]
RandomLaia Moreno, una chica un poco peculiar. A los 2 años de edad la detectaron fibrosis quística. Sus pulmones funcionan al 33% y de vez en cuando la dan ataques de respiración. Se pasa más tiempo en el hospital que en casa y no puede hacer vida normal...