-Bueno, pues señorita Laia, ya puede irse a casa, está todo bien-me dijo una enfermera y yo se lo agradecí.
Me despedí de ella y me fui a mi habitación a por mis cosas ya que estaba en una sala para que me hiciesen unas pruebas.
Me quedé pensando sobre quién podría venir a por mi y me di cuenta de que o estaban trabajando o en clases. Así que me tocaba ir andando.
Me despedí de las enfermeras que había en recepción y puse rumbo a mi casa.
-¿A donde vas señorita?-me preguntó una voz a medio camino y me giré. Era Pedri y otro chico que iban en su coche.
-Pues a mi casa, lo único que no tengo a nadie que me lleve-le dije y me sonrió.
-Sube anda-me dijo y accedí.
Me monté en los asientos de atrás y vi por el espejo como Pedri me sonreía.
-¿Te importa que vayamos primero a entrenar y luego te lleve a casa?-me preguntó-. Es que vamos un poco tarde.
-Vamos primero al entreno, si en mi casa no hay nadie-le contesté y este asintió.
-Hola, soy Gavi, que no te había dicho nada-se presentó el amigo de Pedri. Parecía bastante majo.
-Yo soy Laia, encantada-le sonreí y él hizo lo mismo.
-¿Ya te han dado el alta?-me preguntó ahora Pedri.
-Si, me han hecho las últimas pruebas y me han dicho que me podía ir a casa-le respondí-. Pero como es entre semana pues no podían ir a buscarme.
-La próxima vez me llamas a mi-me dijo.
-Pues lo he pensado, pero he dicho que a lo mejor tenías entreno.
-Tú no te preocupes, que yo saco tiempo para ti de donde sea-me guiñó un ojo por el espejo y me sonrojé. Gavi no dejaba de reírse.
Llegamos a la ciudad deportiva y nos bajamos del coche. Pedri se acercó a mí y me pasó el brazo por mis hombros mientras me daba un beso en la cabeza.
-Me alegro que ya estés bien-me sonrió y le devolví la sonrisa.
-Venga vamos pesados-dijo Gavi que estaba harto de esperar.
Llegamos y los chicos se fueron a cambiar mientras que yo me subí a las gradas. Unos asientos más para alante estaba una chica morena. Cuando me vio se levantó y se sentó a mi lado.
-Hola, soy Sira-se presentó y me dio dos besos.
-Yo soy Laia, encantada-la sonreí.
-¿Con quien has venido? ¿Eres hermana de alguno?-me preguntó curiosa.
-No no, soy amiga de Pedri-la respondí con algo de vergüenza.
-Anda, tu eres la famosa Laia-me dijo y la miré sin entender nada-. Pedri habla mucho de ti-se río.
-Bueno, pues entonces ya me conoces-me reí yo también.
-Pero... ¿sólo sois amigos?-me preguntó y la verdad que no sabía que responderla.
-Si, supongo-levanté los hombros.
-¿Te mola?-me preguntó y me empecé a agobiar un poco de tantas preguntas. Sira se debió de dar cuenta-. Perdón si te estoy agobiando, pero es que Pedri es muy amigo mío y pues me importa.
-No te preocupes-me reí-. Y si, me mola-confesé.
-Pues no debería de decirte esto, pero tú a él también le molas-me dijo y me sonrojé un poco.
Estuvimos hablando un rato más y la verdad que Sira es una chica super agradable.
Se acabó el entreno así que nos bajamos las dos al aparcamiento a esperar a los chicos.
Llegaron Pedri, Gavi y otros dos chicos morenos. Uno de ellos le dio un beso a Sira y supuse que era su novio.
-Chicos, ella es Laia-Pedri me presentó y yo les sonreí.
-Encantada.
-Yo soy Eric-dijo uno de los morenos y se acercó a darme dos besos.
-Yo soy Ferrán, encantado-me dijo ahora el novio de Sira y también me dio dos besos.
-Bueno, creo que ya es hora de que nos vayamos-Pedri me miró y yo asentí.
Nos despedimos. Sira me dio su número para que pudiésemos seguir hablando y llegamos hasta el coche.
-¿Gavi no viene?-le pregunté ya que no había visto al sevillano venir con nosotros.
-No, se va con Ferrán-me respondió y yo asentí. Me monté en el asiento del copiloto.
Arrancó el coche y salimos de la ciudad deportiva. Había bastante gente esperando a que los jugadores del FC Barcelona salieran de entrenar.
Pedri no se paró en ningún momento pero si que había varias personas con móviles grabandonos. Preparada para volver a salir en las noticias.
-¿Quieres que te lleve a casa ya o vamos a dar una vuelta?-me preguntó mientras me miraba un poco de reojo sin apartar la vista de la carretera.
-Podemos ir a comer los dos si quieres. De todos modos iba a comer sola-le respondí y vi como se formó una sonrisa en su cara.
-Pues vamos a comer entonces-me dijo sonriente.
-¿Primero podemos pasar por mi casa? No quiero ir así-le dije señalando mi ropa. Llevaba un chándal bastante básico y quería arreglarme un poco.
-Yo también tengo que pasar a cambiarme y a ducharme, que estoy sudado-nos reímos.
Pedri me dejó en mi casa y mientras que yo me cambiaba él se duchaba y se vestía también.
Llegué y estaba mi madre. No me la esperaba la verdad.
-Mi niña, no sabía dónde estabas-me abrazó.
-Estaba viendo el entreno del barça, que como no había nadie en casa pues he ido-la respondí.
-¿Y has ido tu sola?-ya veía el interrogatorio de mi madre.
-Con un amigo-la respondí con algo de vergüenza-. Mamá, que me voy a ir a comer con él.
-Vale cariño, pero ten cuidado eh-me dijo y yo asentí.
Me subí a mi habitación a cambiarme de ropa. Me puse unos vaqueros básicos con un top blanco y las Air Force.
Llamaron al timbre y supuse que era él. Cogí mi bolso y mi móvil y bajé lo más rápido que pude antes de que llegase mi madre a abrir. Pero llegué tarde porque ya lo había hecho.
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Aquí tenéis otro capítulo. ¿Os está gustando la historia? A mi la verdad que me está encantando escribirla
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Lo que curó la enfermedad [Pedri González]
RandomLaia Moreno, una chica un poco peculiar. A los 2 años de edad la detectaron fibrosis quística. Sus pulmones funcionan al 33% y de vez en cuando la dan ataques de respiración. Se pasa más tiempo en el hospital que en casa y no puede hacer vida normal...