One.

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Veías como una pelicrema movía rítmicamente, con gracia y delicadeza, sus caderas, creando así un movimientos casi hechizante

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Veías como una pelicrema movía rítmicamente, con gracia y delicadeza, sus caderas, creando así un movimientos casi hechizante.

Estabas tan enbobada y tan absorta en sus movimientos que no notaste que tu mejor amigo te estaba hablando.

── Che, ¿me estás escuchando?── Divertida, negaste. En parte porque realmente no habías escuchado una sola palabra y en parte porque verlo enojado era tu pasión.

Frunció el ceño y comenzó a quejarse, pero, nuevamente, fuiste cautivada por la jóven de ojos zafiros. Tal parece que la atractiva chica te atrapó mirándola, ya que, sin que puedas anticiparlo, te sonrió coquetamente y te guiñó un ojo. Avergonzada, te diste la vuelta, poniéndole -o intentándolo- atención a tu mejor amigo.

── Parece que le re gustas──. Comentó, con la intención de molestarte un poco por la falta de atención de que le dabas. Sin embargo, tu respuesta solo fue sonrojarte.

Él solo se rió, entre sorprendido y divertido por lo idiota que te volvía aquella pelicrema. Y sin avisarte, se fue, dejándote sola en la barra.

Cuando te diste cuenta de su ausencia, lo insultaste de mil maneras distintas. Ahora, sin compañia, presa de la locura y el alcohol, y con una valentía salida de la nada, decidiste pararte e ir a hablar con aquella atractiva ojiceleste.

Después de todo, no tenías nada que perder.

La ojizafiro seguía bailando, disfrutando de la, aún, jóven noche. Mientras más avanzabas, más notabas la belleza que aquella chica poseía. Ojos tan celestes como el cielo acompañados por espesas y numerosas pestañas, piel blanca como la porcelana, labios rojizos, cabellos color crema y un cuerpo curvilíneo.

Solo podías pensar en lo bien que se veía con aquél vestido Rosa chicle.

Ella, al verte, se mordió el labio. Te saludó coquetamente.  Se acercó a tí, y sentías como tu respiración se aceleraba.

── ¿Bailas?── preguntó con una dulce pero seductora voz, capaz de poner a cualquiera a sus pies. Y eso era lo que más te gustó; su habilidad para dejarte débil y a su merced.

── Sí, claro. No perdería la oportunidad de bailar con alguien tan. . . Ardiente──. dijiste, e inmediatamente la jóven rió.

La luz del antro le favorecía, y se lo hiciste saber. Ella, encantada, correspondió a tu coqueteo. Las risas, las miradas indiscretas y lo toqueteos cada vez más subidos de tono delataban sus verdaderas intenciones. Sin embargo, aquello no te molestó, al contrario, te gustó y mucho. De una manera un tanto especial.

Unos cuantos minutos después y ella ya había tomado tu mano, guiándote por el gran antro. Ambas sabían lo que pasaría a continuación, y no les desagradaba para nada.

Deseosa y desesperada, la pelicrema te acorraló contra la pared. Su determinación y desesperación te pareció sumamente excitante, así que sin querer hacerla esperar, la besaste. Ella inmediatamente te correspondió gustosamente y colocó sus manos en tu cintura.

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⏰ Última actualización: May 21, 2022 ⏰

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Malibú. || Miu Iruma. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora