Camila mi pequeño secreto

CAPITULO 17

Era la mañana siguiente, que además era un día de espectáculo para todas las chicas. Aunque a Lauren le encantaba actuar y cantar hasta la saciedad, también le gustaba dormir y prefería hacerlo esta mañana. Sin embargo, tenía que levantarse con Camila para prepararse para el día.

"¿Camila? Oye, Camzi, despierta". Dijo suavemente, sacudiendo a la pequeña.

Camila se limitó a gemir y se puso la almohada sobre la cabeza. Lauren puso los ojos en blanco "Si te levantas ahora mismo podemos desayunar tortitas de plátano". Y la cabeza de Camila se levantó y miró a la chica mayor.

"¿En serio?"

Lauren se rió, "Realmente nena".

Camila se sentó lentamente en su cama y se frotó los ojos, "Aunque no soy un bebé esta mañana, Lo" Hizo una pausa, "Aunque. Lo. Eso ha rimado". Se rió para sí misma.

Lauren no pudo evitar reírse ante la constatación de la otra chica: "¿Estás segura de eso?".

Camila se limitó a sonrojarse y a dar un ligero golpe a Lauren en el brazo mientras murmuraba un "sí".

"¿Bien, bien, así que supongo que eso significa que tampoco necesitas que te cambie entonces?" Lauren preguntó con conocimiento de causa.

Camila gimió una vez más, "¡Lauren! No seas mala tan temprano".

Lauren se rió "Lo siento Camz. Vamos entonces, levántate de la cama para que pueda cambiarte y luego vamos a comer algo, ¿vale?"

Camila asintió y luego levantó la manta para salir de la cama. Se estiró de camino al lugar en el suelo con el que se ha familiarizado durante la última semana. Se dio cuenta de que Lauren había ido al baño a coger la toalla, así que Camila se sentó en el suelo pacientemente. Lauren finalmente reapareció con la toalla en la mano, deteniéndose en el bolso de Camila para tomar un pull-up y algunas toallitas, y finalmente se acercó a Camila, poniendo la toalla en el suelo.

"Vale, ya puedes tumbarte". Lauren le dijo mientras preparaba el pull-up para la chica más joven.

Camila sintió una repentina oleada de vergüenza que no pasó desapercibida para Lauren.

"¿Por qué tan roja muñeca?" Le preguntó con curiosidad

"Créeme cuando digo que esto es muy diferente cuando no estás en el espacio de la cabeza". Bromea ligeramente.

"¿Cómo de diferente? Es exactamente lo mismo que ocurre siempre".

"Lo sé, pero es que uno es muy consciente de su entorno cuando no está en un pequeño espacio. Como por ejemplo, si estuviera en mi espacio mental me distraería fácilmente con un pájaro que pasara por la ventana y me pasaría el tiempo pensando en dicho pájaro. Sin embargo, ahora mismo soy muy consciente de que tengo a una de mis personas favoritas sentada entre mis piernas haciendo la cosa menos sexy que es humanamente posible".

Ahora era el turno de Lauren de sonrojarse, no sabía qué decir después de eso. "Yo, um, supongo que tiene sentido". Dijo un poco nerviosa.

Camila se dio cuenta del cambio de actitud de la mayor tras su comentario, pero se abstuvo de comentarlo por miedo a empeorar la situación. "Lo siento, Laur".

"No, está bien, sólo me pilló desprevenida, eso es todo". Lauren prometió: "Vamos a limpiarnos para ir a comer".

Camila sonrió y le dio la razón.

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La pareja se preparó y se dirigió a un iHop que estaba cerca de donde se alojaban. Consiguieron un puesto para ellas solas y pidieron sus desayunos; Camila pidió sus tortitas de plátano y Lauren decidió pedir tostadas francesas, ambas tomaron zumo de naranja con su comida.