CAP único

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Y ahí estaban, recargados en aquel árbol el cual fue testigo de su amor,aquel que se juraron en ese entonces un par de infantes que aunque solo eso eran sabían que su amor era uno de los más puros que podía existir

Años atrás

Bakugo se encontraba en aquel arenero del patio de juegos,nadie se le acercaba pues tenía un carácter de mierda a pesar de ser un niño.

-¡Aquel que se acerque al arenero dese por muerto! - Amenazaba el mocoso, era su lugar y no lo compartiría .Pero eso no detuvo a cierto pequeño bicolor, le causaba tanta curiosidad aquel niño y su carácter tan temperamental y como él no valora su vida, decidido se dirige a donde se encontraba el  niño explosivo.

Un toque en el hombro alertó al rubio que en defensa lanzo una pequeña explosión al bicolor, este por su parte por pura suerte pudo esquivarlo, su corazón se le salía del pecho por tremendo susto.

-¡Qué rayos te pasa idiota!¡¡Quién te crees para venir y tocarme como si nada!!.
-y yo lo siento, solo que quería jugar aquí también- decía el pequeño con un ligero rubor en las mejillas mientras el solo pegaba detrás de él dando una imagen muy tierna  a los ojos del orijubí.

Sentía como su corazón empezaba a palpitar más de lo normal y su cara se ponía roja igual a la contraria, después de estar un rato mirando al bicolor, saliendo ya de su trance solo se dispuso a darle otra mirada al pequeño con desagrado y darle la espalda.

-Tsk, haz lo que quieras no me importa, agradece que estoy de buenas- el contrario solo sonrió, sentía una satisfacción por ser el primero en poder estar cerca del rubio; eso era algo que atesoraría con su vida.

Un silencio algo incómodo se estableció entre los pequeños, shoto trataba de acercarse lo más que podía a bakugo y este por su parte solo trataba de alejarse lo más que podía, cada que el se acercaba su corazón latía fuerte.

Se recorrió todo lo que pudo que no se  percato que ya estaba a la orilla del arenero y de un momento a otro ya se encontraba con el trasero en el suelo; valla sentón se llevó.

El bicolor al verlo tenía dos opciones: o ayudaba al orijubí o se reía de él.Al final optó por reírse primero y luego ayudarlo.

Después de ese insidente ambos niños se habían hecho más unidos, pasaban las tardes en la casa de bakugo.

Mitsuki se encontraba contenta cada que el heterocromatico iba ya que además de ser al único que llevaba su pequeño enojón, era bastante educado y tierno.

Que lindo mi futuro yerno- pensó, si bien que era fujoshi la señora.su hijo si o si terminaría con el bicolor.

Apenas empezaba el día y ya sabía que seria uno de mierda al ver a aquel brócoli parado en frente de todos.Un nuevo alumno se integraba a su clase y ese era izuku midoriya, si vecino el cual era un castroso de primera.

El peliverde se encontraba hablando con el bicolor y por alguna razón esto hizo sentir asqueado a katsuki, quería ir y explotarle la cara al brócoli ese.Todo el día se sintió mal y con mal genio.

Al llegar a casa mitsuki lo noto extraño,instinto de madre nunca se equivoca.

-¿hey mocoso que ocurre?-preguntaba la rubia con una cálida sonrisa.

- me siento enfermo-.soltó sin más.

-¿Ah?¿Seguro?-no muy convencida de la respuesta.-bueno si es así,¿ dime qué síntomas tienes?.

Bakugo le contaba sobre como sentia el asco, el calor recorrer su cuerpo y  dolor de cabeza que se provocaba cada que estaba cerca del peliverde y el helado de fresa (como le apodo de cariño).

La rubia no pudo evitar soltar una carcajada muy estruendosa al ver que su hijo era un celoso.

-JSJSKAJSS- casi se atragantan con su saliva.

- ¡de que te ríes vieja bruja!-.

-¡¡Mocoso, que no me llames así!!- le soltó el golpe de la vida a su hijo.

Ya calmada la situación mitsuki le explica a su hijo sobre los síntomas y s enfermedad la cual eran celos.

¿Con que eso que sentía era los llamados  celos?...una mierda esa sensación .

una mierda esa sensación

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amor de infancia (Bakutodo)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora