𝑡𝑟𝑎𝑑𝑢𝑐𝑐𝑖𝑜́𝑛 𝑎𝑙 𝑒𝑠𝑝𝑎𝑛̃𝑜𝑙
"Joseph era conocido en la mansión por ser el más indulgente entre los Cazadores. Sin embargo, podía ser realmente peligroso cuando estaba de mal humor mientras estaba la partida. Justo como esta".
[No me p...
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Aesop estaba decodificando. Solo, como siempre, y su corazón acababa de empezar a latir más rápido. Eso es sospechoso, pensó. Acababa de embalsamar a Naib, el mercenario, pero su cuerpo embalsamado no había movido ni un solo músculo desde entonces. Corrió hacia su ataúd, con cuidado, tratando de no hacer demasiado ruido, comprobando si se había equivocado en alguna parte. Por supuesto no. Aesop siempre había sido un perfeccionista, se habría dado cuenta si su trabajo no fuera lo suficientemente bueno. Además, tenía una memoria fotográfica increíble que te pondría celoso. Conocía los rostros de los cazadores y los sobrevivientes como los había conocido durante años.
Naib embalsamado se veía perfecto, igual que el real. Aesop renunció a tratar de encontrar errores y procedió a tomar su kit de maquillaje. El sonido de los latidos de su corazón resonaba en sus tímpanos mientras corría y se escondía dentro del armario de metal rojo más cercano. Había una alta probabilidad de que lo descubrieran allí, obviamente, pero Aesop no habría tenido tiempo de huir incluso si hubiera querido.
La luz que brillaba a través del armario golpeando los ojos curiosos del Embalsamador. ¿Quién es el cazador de todos modos? No es que realmente importara, pero saber eso podría cambiar sus tácticas durante el resto del partido.
Primero, escuchó pasos. Si realmente eran del Cazador, al menos significaba que no era Geisha, ya que ella flotaba.
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Entonces, la famosa luz roja comenzó a cubrir la roca y las paredes, la cifra y el ataúd.
Y finalmente, la identidad del Cazador fue revelada al Superviviente. Aesop habría resoplado si no estuviera muerto de miedo por esa espada de pesadilla.
La prisa de la caza hizo que el rubio, largo y pelo recogido le volara un poco, al igual que su abrigo (que parecía más una capa).
Joseph era conocido en la mansión por ser el más indulgente entre los Cazadores. Sin embargo, podría ser realmente peligroso cuando está de mal humor mientras estás en el partido. Justo como este. Y todos los de este mes.El Fotógrafo se volvió hacia la máquina de cifrado y luego hacia el ataúd. Sabía que el Embalsamador estaba cerca. Aesop sabía que él sabía.
Sorprendentemente, el Cazador se fue sin mirar atrás, pero el chico no se atrevió a salir del armario. Había perdido suficientes partidos para saber que Joseph era todo menos tonto. Además, su corazón estaba tan agitado que no había forma de que se fuera.
Y, lamentablemente, Aesop tenía razón, la tenía.
Joseph volvió y se acercó rápidamente al armario. Hizo contacto visual con el sobreviviente mal escondido y suspiró. Parecía aburrido, poco dispuesto a hacer un esfuerzo. Sus ojos rodaron. El embalsamador dejó escapar una risa nerviosa. Le hizo preguntarse si debería simplemente salir de su escondite y rendirse, pero su cuerpo se congeló en ese mismo momento.
El horrible sonido de las puertas de metal oxidado al abrirse fue una tortura para Aesop. Cerró los ojos con miedo, esperando. El Cazador ató perezosamente sus globos alrededor de su cintura y sacó a su víctima. La gravedad era cuestionable aquí. Aesop sabía que no era pesado, pero flotar con globos atados a él era ridículo, lo odiaba.
Dejando a un lado el miedo, luchó con todas las fuerzas que tenía. Joseph parecía que solo quería soltar los lazos para que este Sobreviviente pudiera flotar.
"No hagas esto más difícil de lo que ya es, querido".
Aesop era rojo brillante. Estaba extremadamente confundido, avergonzado, asustado, todo al mismo tiempo.
Los sobrevivientes suplicaban regularmente a los Cazadores. Dijo cosas como "¡Déjame ir!", "¡Por favor, detente!", "¡Fuera!", pero nunca respondieron. Nunca respondieron. Nunca hablaron en absoluto. Y no sólo Joseph le habló, sino que también lo llamó querido.
¡¿Qué diablos está pasando?!
Como si realmente hubiera dicho eso. Ni siquiera tuvo el coraje de seguir luchando.
La silla cohete estaba justo en frente de ellos. En este punto, el Embalsamador había comenzado a temblar, sintiendo que podría llorar en cualquier momento. Fue colocado en la silla con delicadeza, con los ojos bien abiertos.
Y cuando pensó que las cosas no podían ponerse más raras, Joseph se sentó en una roca cerca de él.
estaba acampando. Joseph estaba acampando.
Esto no era normal. Probablemente era el único Cazador al que no le gustaba hacerlo. Aesop miró al hombre con asombro.
Buscó palabras para expresar sus sentimientos pero fue inútil.
