School Girl Portugal !1!1

Prólogo.

El portugués estaba entrando en pánico. Escuchaba su alarma con la canción Gurenge sonar, pero era una melodía ahogada, que chocaba sin éxito contra las paredes entre las que aparentemente estaba encerrado.

Sentía que se le acababa el aire. Se llevó una mano al pecho, empezando a mirar a su alrededor, con los ojos entrecerrados, intentando divisar algún objeto.

Había despertado en un lugar cerrado, pero extrañamente acogedor. Se apoyó en un lateral, hundiéndose en un montículo de tela, era blando. ¿ Acaso esa no era su ropa ?

Golpeó la puerta con fuerza, lo que lo hizo resbalar. Se cayó de cara contra el suelo de su habitación. Alzó la cabeza, a la par que se le cristalizaban los ojos, eso había dolido. Respiró hondo, sobándose la frente.

— O que ? . . — Empezó a arrastrarse por el suelo hasta llegar a su móvil, finalmente apagando su alarma.

Observó su propio reflejo en la pantalla del ahora apagado dispositivo, viendo como un hilo de sangre se resbalaba por sus labios.

Se giró hacia su espejo de inmediato, soltando un chillido desgarrador. Juraría que hasta las figuras sobre sus estanterías se horrizaron.

— ¡ KYAAAAH ! ¿ ¡ POR QUÉ PORTUGAL LLEVA ESTE TRAJE ! ? — Se dijo a sí mismo, sacudiendo su vestimenta con horror. Su falda plisada ondeaba, era un movimiento satisfactorio, lo que lo acabó distrayendo.

— Portugal, qué cojones. — España abrió la puerta de un portazo, arrepintiéndose de manera inminente de haber entrado. — ¿ Qué coño te pasa ? — Escupió, con asco.

— ¡ Onii-Chan, Portugal despertó dentro del clóset ! — Señaló su armario con el dedo, acusador.

— ¡ Gilipollas, eres mayor que yo, como me vuelvas a llamar así te ahorco con ese puto lazo que me llevas ! — Le gritó, espantado al ver el revoltijo que estaba hecha la habitación.

En primer lugar, las sábanas de la cama estaban desbaratadas, pareciera que había peleado con alguien ahí mismo. Luego, toda la ropa del armario se había caído junto a él. Por último, había rastros de maquillaje por el suelo.

— ¡ Espanya, no seas malo con Portugal ! — Hizo un puchero, frontándose los ojos. Tras eso, observó su mano, en la cual quedaron restos de maquillaje.

— ¿ Qué mierda hiciste anoche, te emborrachaste ? — Prefirió ignorar la estupidez que su hermano había soltado, acercándose a él. — ¿ Portu ?

— Portugal estaba nervioso por el primer día . . — España lo miró algo preocupado, estaba actuando muy raro, es decir, sentía mucha vergüenza ajena, pero esto claramente no era normal.

— ¿ Portu, qué llevas puesto ? — Preguntaría, mientras se aproximaba al escritorio, el cual tampoco estaba lejos de ser un desastre. Tomó un pañuelo, limpiándole el rostro al luso.

— ¿ Esto . . ? Es el uniforme de Portugal. — Tras quedarse mirando a un punto fijo por unos segundos, habló, acomodándose su lazo rojo con una sonrisa.

— Cualquiera diría que te ha entrado el demonio, subnormal. — El español hizo una mueca, entre divertida y asqueada.

¿ Seguiría aún dormido ? ¿ En qué mierda pensaba su hermano ? ¿ Quería ir a clases así, el primer día ? ¿ Por qué hablaba así, en tercera persona y soltando mierdas otakus por un tubo ?

. . .