A Damián le gustan las cerezas.
Era una fruta común y corriente para su gusto, una más del montón de frutas que su chef personal usaba para sus postres. Pero entonces todo eso cambió.
Damián dejó el cubierto con el plato donde comía su postre, la brillante cereza en la punta del glaseado. Llevó la palma de su mano a su mejilla, donde aún podía sentir la hinchazón por el puñetazo que esa...
¡Esa plebeya!
Se muere de la rabia y sobre todo de la vergüenza el tan solo recordar que esa plebeya lo golpeara.
Simplemente ridículo.
Las sirvientas habían ayudado en atender el golpe en su mejilla, terminando por cubrirla con un parche debido a que aún permanece la marca.
Su cerebro le decía que debía hacer que la dieran de baja a esa, pero su corazón extrañamente palpitaba más fuerte de solo recordar la burlesca sonrisa de esa niña, no se dio cuenta de la pequeña sonrisa en sus labios.
Volvió a tomar el cubierto para continuar con su postre, mañana sería otro día en el instituto, otro día en que debe verle la cara a esa cereza...
Damián se golpeó en el lado donde su mejilla dolía al darse cuenta en lo que pensó, soltando de inmediato un quejido.
Eso fue tonto.
Volvió a suspirar, estaba vez estresado.
— Estoy lleno, iré a hacer tarea. — informó a su mayordomo quien se encontraba detrás de la puerta del comedor. Levantándose de la silla para ir a su habitación.
Ni sus padres ni Demetrious estaban, por lo que se encontraba comiendo solo. Algo de todos los días para Damián. Aunque admite que le decepcionó un poco la ausencia de sus padres en su primer día escolar, teniendo en cuenta lo importante que era.
Mañana será un nuevo día, una nueva rutina, un nuevo desarrollo...
El niño giró sobre sus talones para progresar al comedor, en donde detuvo a una de las sirvientas que se encontraba levantando sus platos. Acercándose de forma rápida, tomó esa cereza que había dejado por sus pensamientos.
Volviendo a dirigirse a su habitación de forma tranquila, pero esta vez con la cereza que llevaba a su boca.
*•*
No puede ser.
Por un demonio, lo que faltaba.
La atención de la "plebeya" estaba dirigida en él durante toda la mañana. ¿Qué le sucedía? ¿Acaso va a golpearlo otra vez?
Todos en la academia se enteraron del incidente ocurrido ayer entre ellos, por lo que todos los compañeros de clase se encontraban completamente alejados de la de cabellos rosados, todos a excepción de Blackbell, quien aparentemente es su amiga ahora.
La niña volteaba a verlo seguidamente, acercándose como si intentara decirle... o hacerle algo, pero era detenida por Blackbell. Secretamente admite que eso lo pone nervioso.
Por más que intentaba ignorarla y prestar su atención absoluta en las clases, se le dificultaba un poco al voltear a ver a esa niña de vez en cuando...
¿Qué está ocurriendo?
En serio que intentó seguir con normalidad el día, pero es que... ¡ELLA! Nunca había sentido algo así, sentía que... que... iba a explotar.
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Cherry || DamiAnya
FanfictionDamian se da cuenta de lo que sucede tras el momento en que Anya le pidió disculpas por el golpe que le dio. Y es que sus confusos pensamientos lo llevaban a una sola conclusión... Todo por esa niña que le recuerda a las cerezas. • Inspirado en la c...