𝐀𝐋𝐎𝐍𝐄 ━━𝐋𝐮𝐦𝐢𝐧𝐞

━ᴄᴀᴘɪᴛᴜʟᴏ ᴜɴᴏ ♡⁠˖ﾟ⁠.⁠*

Era una oscura y solitaria noche, la única diferencia era que la luna brillaba mucho más que cualquier otra noche.

Estaba caminando hacia un árbol, en medio de una pradera llena de flores.
Aquel árbol al que siempre iba, intentando olvidarlo todo, deseando poder quedarme ahí por el resto de la eternidad... Pero siempre amanecía, y un nuevo día comenzaba.

Solamente que está noche, no estaba tan solitaria.

Con el rabillo del ojo logré ver a una hermosa chica durmiendo bajo aquel árbol.

La luna reflejaba su hermoso cabello dorado, y supuse que le daría frío, pues la noche no estaba caliente.

Me quite aquella tela que cubría mi espalda y se la acomode, cubriéndola hasta sus hombros.
Y luego de eso, solamente me senté al lado de ella, abrace mis piernas y mi mirada se perdió en la hermosa luna.

Aquella tenue luz que apenas se dejaba ver tras la copa de los árboles, empezaba a molestarme.
Con mi mano tapé un poco aquella luz.
Pero sentí algo en mi hombro.

Gire levemente mi cabeza para encontrarme con los mechones desordenados de la chica de ayer, recostada sobre mi hombro.

Una leve sonrisa se dibujo en mi rostro.

''¡Inazuma es GIGANTE! ¡Y la ciudad es hermosa!'' Dijo Lumine mientras estaba recostada sobre mis regazos y con sus manos disimulaba lo grande que era la ciudad.

''¡Me encantaría ir a conocer! ¡Algún día tenemos que ir de aventuras juntas!''

Lumine no dijo nada solo sonrió y me quede perdida dentro de sus hermosos ojos.
En ese momento sentí que el mundo se había detenido, y deseaba que jamás terminará este momento.

Ninguna rompió el silencio.

Ambas corríamos entre aquella pradera de flores blancas.
Nuestras manos se encontraban entrelazadas.

Las palabras yacían perdidas en aquel abismo ignoto.
Con aquel hermoso atardecer sobre nuestras espaldas.

Las secas hojas del otoño volaban sin rumbo alguno.
Y nosotras nos encontrábamos completamente solas.

Pero de un momento a otro el tiempo pasó demasiado rapido.
Más de lo que me hubiera gustado.
Ahora solo me sentaba sobre la fría nieve, esperando a Lumine.

Día tras día...

La esperé sin importar el frío que hiciera.

"¿Tal vez mañana venga?"
Me preguntaba.

"¿Por qué me siento así?"
Otra pregunta de la cual buscaba una respuesta.

La extraño...

Los hermosos cerezos ya eran visibles.

La hermosa y cálida brisa de primavera.

Pero falta algo...

Falta alguien...

Falta la persona más hermosa del mundo.

La que me hacia reír todos los días.

La que hacía sentir vacíos los días en los que no estaba.

Se fué sin decir nada.

Yo la seguí esperando.

Sabía que algún día regresaría...