"MALE!READER"
Cuando la familia de ____ le insiste para que adopte híbridos,
no le queda más opción que aceptar.
¿Qué son exactamente estos "Híbridos"? Terminará llevándose
una gran, GRAN sorpresa.
| Créditos de la idea:; jaekyunista
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La vida de ricos es difícil, ___ lo podía asegurar.
Siempre intentando quedar bien con los medios, manchándose las manos en el mundo del negocio, cuidar que tu arrogancia no suba hasta las nubes. La clase social a la que pertenecía era desequilibrada, alocada, profunda.
Cuando veía a niños jugar en el parque como personas normales, o observaba con cuidado la peculiaridad de las aguas termales que aparecían en películas... Este es el punto. Le gustaría tener otra vida, en la que pudiera disfrutar de aquellos pequeños pero exquisitos placeres de la vida.
Hablando de "Quedar bien con los medios".
― ¡Vamos, cariño!~ ―Las suplicas de mi madre se escuchaban a través del teléfono, ____ dejó asalir un bufido. Llevaban discutiendo esto desde hace media hora.― Sería divertido que tuvieras algo de compañía...Además de que alegraría a los medios.
― No lo sé, mamá... ―___ sacudió el sartén donde se encontraba su desayuno. Desde que vivía solo en su apartamento, había comenzado a gustarle la cocina. Era momento de decirle "Bye-Bye" a las salidas diarias a restaurantes.― No tengo el tiempo suficiente para todos los cuidados que se requieren y-...
― ¡Seríamos como una familia que apoya a la caridad! ―Gritó su madre, interrumpiendo a su hijo abruptamente.― Como los actores de Hollywood adoptando niños africanos.
Claro, a su madre le importaba la imagen de su familia. Y lo entendía perfectamente. Tener a los medios encima todo el tiempo es agobiante, un solo error y quedaría con una mala fama que podría arruinar toda tu vida en un abrir y cerrar de ojos.
Pero no dejaría que aquello le afectara negativamente en su día a día. Mucho menos ahora que su madre le quería poner un peso muerto encima.
― ¿Qué tiene una cosa que ver con la otra? ―Suspiró el muchacho algo irritado. Sobando su sien, implorando por algo de paciencia.
Su madre permaneció unos momentos en silencio, probablemente pensando en algo que pudiera convencer a su hijo. Pero lo que sea que dijera sería un no, un no definitivo y punto.
No tenía el tiempo, ahora estaba a cargo de una empresa. Lo que menos tenía era tiempo, lo que menos necesitaba era compañía y lo que menos quería era tener que cuidar de alguien más que no fueran las cientos de personas que dependían de él.
Su familia, su empresa... Todo era su responsabilidad.
― Escucha, sé que desde que tu padre... ―No lo quería decir, pero debía.― ...Se fue.
No pudo evitar pasar saliva al escuchar esa frase tan hiriente. Aún no estaba preparado para eso. Ninguno de los dos estaba, el silencio pesimista de su madre se lo demostraba.
