♦𝕻𝖗𝖊𝖋𝖆𝖈𝖎𝖔♦

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   Jamás olvidaré aquella noche, cuándo se llevaron a mi hermano.

   Esto no ocurrió como suele pasar en las películas, que es siempre una noche cerrada y tormentosa. No. Esa noche podías ver la luna llena perfectamente, no había ni una sola nube en todo el cielo y las estrellas brillaban de una forma especial. Ahora que lo pienso, es perfecto para cometer un crimen.

   Él, Hugo, mi hermano pequeño; quién era un fanático de los crímenes. Quién diría que él mismo sería la víctima de uno de ellos. Y, además, que se haría famoso gracias a uno.

 El Caso de la Luna. Así era conocido el caso de desaparición de Hugo Martínez.

   De esto hace ya cuatro años, y aún no han encontrado nada relevante. Las primeras noches las pasé en vela, esperando su regreso, pero nunca apareció.

   Cuándo Hugo desapareció tan solo tenía trece años. Yo, que soy mayor que él, contaba con diecinueve. 

   Al mes de la desaparición los policías encargados del caso me dijeron que lo más probable era que hubiese muerto, pero yo tengo fe en que sigue vivo. Yo aún conservo la esperanza de que en estos momentos está en algún lugar de la Tierra, pensando en mí, lo único que le quedaba. 

   Y tal vez la única que piensa en él diariamente. ¿Y sus padres? Tal vez muchos os preguntéis eso. Bueno, pues nuestros padres son otros que tienen un crimen como historia.

   Mis padres eran gente humilde. Es cierto que su puesto de trabajo no decía lo mismo, pero es la verdad, lo eran.

   Hace cinco años, tan solo un año antes de la desaparición de Hugo, mis padres estaban en su horario laboral, realizando sus respectivos trabajos. Trabajaban juntos, en lo mismo y en la misma oficina, ya que se conocieron en la Universidad.

   El caso, ellos se encontraban realizando su labor, cuando entró un tío vestido de negro de pies a cabeza y empezó a dispararle a todo Dios.

   Cuándo esa noche la policía me llamó dándome la mala noticia, quedé en shock. Dudé si decirle la verdad  a Hugo, o contarle alguna mentirijilla piadosa, para que no quedara igual de traumatizado que yo. Obviamente lo suyo sería peor, dado que por entonces tenía doce años, y yo dieciocho recién cumplidos.

   Decidí contarle la verdad, pero esperé a la mañana siguiente, porque él ya estaba en su cama, dormido.

   Cuándo la policía llamó me informó de que como yo ya era mayor de edad, debía hacerme cargo de educar y cuidar a mi hermano.

   Al día siguiente le conté lo sucedido, y ni siquiera habló. Tampoco lloró, pero sí hizo algo genial. Me sonrió. Una sonrisa un tanto melancólica, pero al fin y al cavo era una sonrisa.

   Terminó de desayunar y subió a su habitación. Preferí no entrar, y dejarle solo. A decir verdad, no sé si lloró la muerte de mis padres, pero sí sé que fue entonces cuándo se aficionó a los crímenes.

   Yo sí que lloré. Mucho. Pero no quise que Hugo me viese, así que siempre lo hice en silencio y a escondidas. 

¿El asesino de mis padres? Al parecer un terrorista, pero huyó y desapareció.

¿El secuestrador de mi hermano? Aún no lo sé, pero no pienso morir sin averiguarlo.


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Nota de los autores:

k_ra_t : Mil gracias a SgcNightmare por esa JOYA💎 que veis de portada. Espero que a vosotros os guste tanto como a mí. No podéis ni imaginar la lata que he dado para conseguirla. JAJAJAJJA

Y también deciros que este es solo el principio de una larga y gran historia, sobre todo teniendo a este gran escritor conmigo!!! :)

xraixd11 : Gracias a quien este leyendo esto, es una historia que ha llevado trabajo y espero que os guste mucho buenas noches/días.

El Caso de la LunaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora