me metí debajo de la mesa
un 31 de diciembre
con cuidado la cabeza
evitando el golpe de costumbre
y apareciste en agosto
haciendo realidad el truco
y entre deseos de tonto
cubrimos la vida de estuco
y me dijiste: déjame susurrarte
mis argumentos al oído
pero sin la intención de amarte
cuida tú de nuestro cupido
ahora que ya es octubre
dejo de saber qué ocurrirá
borre de la agenda tu nombre
y el corazón desistirá
porque ahora me toca recordarte
más tiempo del que pude conocerte
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antología poética de una madrugada
PoetryA ti también te cuesta dormir, verdad? No te preocupes este es un lugar seguro dónde están esos pensamientos propios de un corazón roto puesto en palabras Espero que alguno te haga sentir una décima parte de lo que sentí yo al escribirlo
