Oh, el arrebol, ese hermoso momento del día en el que las nubes se tornan rojas, rojas como las fresas que te gusta comer, rojas como tus mejillas cada vez que te hago un cumplido, rojas como tus labios, rojas como las rosas que te envió cada mañana, cada día espero con ansias este momento en el que puedo contemplar las nubes y solo pensar en ti, por que aunque estemos lejos siempre habra algo que me recuerde a ti, y bueno, que mejor que el arrebol para recordarte.