Faltan dos días para que la familia de Liam se reúna en Acción de Gracias y él está peleando con Theo. Es lo mismo que han estado discutiendo durante la última semana y Liam está cansado.
—¿Por qué no vienes? —pregunta en voz baja después de un momento de silencio sepulcral.
Theo hace una mueca. Hace un año y medio esa no habría sido una expresión inusual. Sin embargo, ahora... Liam lo odia. Todo esto se siente como si volvieran a hacer comentarios sarcásticos y Scott los separara cuando sus ojos comienzan a brillar.
—No voy a ir a tu estúpida cena familiar —sisea.
Liam aprieta los puños. Hay una sensación familiar que se retuerce en su pecho y odia que sea su novio quien vuelva a sacar el tema. Traga con fuerza y cierra los ojos.
—No lo entiendo —dice con la voz más tranquila que puede.
Theo gruñe.
—No quiero conocer a tu familia, Liam.
Liam siente que le arden los ojos y la opresión en el pecho desaparece bruscamente mientras se tambalea hacia atrás. Cuando mira a Theo no puede leer su rostro.
—¡Tienes que hablar conmigo! ¡No puedes simplemente No querer conocer a las personas más importantes de mi vida! —dice cuando puede volver a hablar.
—Ellos ni siquiera saben de mí, o incluso que no eres heterosexual, no pueden ser tan importantes.
—¡De eso se trata! —suplica Liam.
Theo niega con la cabeza.
—No voy a ir. Diles o no, pero no voy a ir.
Liam casi grita. Busca el rostro de Theo una vez más, pero no encuentra nada que entienda. Sale por la puerta en cuestión de segundos, dando un portazo tan fuerte detrás de él que se estremece con el golpe.
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Liam pasa el día siguiente deprimido en casa. Su madre se da cuenta al cabo de unas horas y comenta que es la vez que más tiempo lo ha visto en casa en varios meses. Liam cree que tiene razón. Había prometido que volvería los fines de semana, pero no lo ha hecho cuando podría pasar tiempo con Theo. Se siente mal.
Theo no envía mensajes de texto ni llama.
Para ser justos, tampoco lo hace Liam.
Sus familiares empiezan a llegar a la mañana siguiente, trayendo comida y alguna que otra chuchería para Liam. Poco a poco, la casa se va llenando y pronto Liam se ríe por primera vez desde que abandonó el apartamento de Theo.
Entonces Nick entra por la puerta con una enorme sonrisa y una chica de la mano. Hay un gran alboroto cuando todo el mundo se arremolina contra la pareja, el nivel de ruido en la casa aumenta e incluso los niños corren para aferrarse a las piernas de Nick y pasar sus deditos por el vestido de la chica.