Edser One Shots

El subterráneo.

You're beautiful - James Blunt.

Cierro la puerta de mi casa, guardando la llave en el bolsillo derecho de mi pantalón. Con mi mochila colgada en mi hombro derecho, llevando en ella mi computadora, comida, teclado y demás periféricos para viajar a mi día de oficina. La lluvia acompañará todo mi viaje dado que no ha parado de llover desde la noche del día de ayer. Éste es uno de esos días lluviosos que no dan ganas de salir de casa, pero debemos afrontar la vida laboral aunque tengamos más ganas de quedarnos entre las sábanas.

Cruzo hacía la vereda de enfrente de mi casa para esperar al micro que me llevará a la estación de tren de la ciudad. Reviso que tenga la tarjeta de transporte a mano y al levantar la vista veo que justo viene el micro a lo lejos. Estiro mi mano para que frene y así, poder subir. Subo los escalones, saludo al chófer con un buenos días y pago mi boleto. Al girarme hay una señora sentada en los primeros asientos, me sonríe, le devuelvo la sonrisa estirando la comisura de mis labios hacía la derecha.

Sigo mi camino por el pasillo del micro, y me coloco en uno de los costados viendo caer las gotas de lluvia. Espero no ser la única persona que ve si las gotas de lluvia corren una carrera y cuál llegará primero. Lo sé, muy de niño, pero soy feliz de esta forma.

Una sonrisa vuelve a posicionarse en mi rostro, y levanto mi muñeca para mirar mi reloj, siete de la mañana, voy perfecto con el tiempo para no llegar ni un minuto tarde, espero no retrasarme en el camino, porque si bien no tengo horario de llegada, es un poco incómodo llegar cuando ya todos tus compañeros están en sus puestos de trabajo.

El viaje en micro desde casa a la estación de tren no es tan largo, a veces hago todo caminando, pero hoy el clima no me acompañaba para poder seguir esa opción, además de que siempre hay alguien en la calle que pasa rápido con su coche, y terminas empapado de pies a cabeza. No gracias.

Cuando llego a la parada dónde me tengo que bajar, toco el timbre, procedo a colgarme mi mochila en el hombro y agarro mi paraguas, dado que la lluvia decidió convertirse en una tormenta. Have you ever see the rain de Creedence Clearwater Revival acompaña el momento en mis oídos. Nunca más oportuna mi playlist.

El viento no es un buen compañero, dado que puede hacer que la única fuente que tengo de cobertura salga volando y termine todo mojado. Pero bueno, no queda otra opción que empezar a caminar porque es la única forma de poder llegar hasta el tren.

Comienzo a caminar las dos cuadras que me separan de la estación, y poder hacer mi viaje que durará aproximadamente una media hora para llegar a la capital. Abro la aplicación de los trenes en mi móvil, y veo que el próximo pasará a las siete y media, perfecto, quedan diez minutos y puedo llegar sin tener que correr, así que sigo caminando tranquilo.

Mirando hacia la plaza que se encuentra enfrente, veo una niña con sus dos colitas y mochila en su espalda, saltando entre los charcos de agua con sus botas para lluvia, vestida para ir a la escuela, de la mano de su padre. Una sonrisa cruza mi cara, es bonito ver la felicidad de los niños aunque el día pinta para quedarse en casa.

Al llegar a la entrada de la estación, paso la tarjeta para entrar y me doy cuenta que estoy en saldo negativo, debo recordar cargar la tarjeta esta tarde sino no podré volver a casa.

El reloj marca las siete y veinticinco, el tren debería pasar en cinco minutos si es que no hay ningún problema. La lluvia parece haberse calmado un poco, por lo que cierro el paraguas y me pongo la capucha de mi abrigo para que mi cabeza siga cubierta con las pequeñas gotas que siguen cayendo.

Cruzó las vías del tren, y subo por la rampa para llegar a la zona de espera. Hay poca gente apenas ingreso dado que la mayoría se encuentra debajo del techo, podrían haber llevado su paraguas, pero bueno entiendo que es incómodo tener que cargar con eso todo el día, es preferible a veces llevar un abrigo impermeable como el que tengo ahora mismo, aunque cómo siempre tengo frío y no me gusta estar enfermo, yo llevo ambas cosas.